Claudia Sheinbaum Pardo aún no es presidenta de México y ya está mandando a hacer encuestas… Hoy lunes, de acuerdo con sus declaraciones, deberíamos estar conociendo los resultados de la consulta a las y los mexicanos sobre una parte de la reforma al Poder Judicial.
Una de las preocupaciones de los mercados financieros y especialistas en la materia es la alta probabilidad de que se apruebe la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador para reformar el Poder Judicial (que forma parte de su Plan C). Ante ello, la futura presidenta fue cuestionada, ¿su respuesta?, preguntémosle al pueblo de México qué piensa de los magistrados, jueces y ministros, y de que se vote por ellos y ellas de forma directa.
¿Un día se propone una encuesta y al día siguiente ya está siendo aplicada por dos casas encuestadoras y por Morena? Ojalá así de eficientes fueran para todo. Lo malo es que ni siquiera supimos qué se preguntó específicamente, quién realizó las encuestas, cómo, dónde, con qué nivel de representación y con qué presupuesto (hoy tendrían que informarnos).
Aquí entra un meme donde el INEGI diría: “Ah bueno, chingo a mi madre”. Resulta que el Instituto, cada año, le pregunta a la población mexicana cuál es su percepción de desempeño de las autoridades (entre las que se incluyen a los jueces, ministerios públicos, policías ministeriales y de investigación, etc.) a través de la ENVIPE.
Otra… la ENCIG pregunta, cada dos años, qué tan frecuente considera la corrupción al realizar trámites, pagos, solicitudes de servicios, o tener contacto con alguna persona servidora pública; 83 % la califican como frecuente o muy frecuente. Esta encuesta también califica el nivel de confianza en juezas, jueces, magistradas y magistrados (39 %, en promedio).
Y por último, el INEGI también pregunta a través de la ENSU, cuatro veces al año, el nivel de confianza y la percepción de desempeño de las autoridades de seguridad pública, entre quienes no se encuentran jueces, magistrados o ministros, ya sé, peero, es una encuesta que abona al análisis de la justicia en México, que ya sabemos que está por los suelos.
Ahora… ¿No les hace sentido que un cambio con tanta trascendencia debería, en todo caso, preguntarse a través de una consulta popular y no una simple encuesta? Recordemos que el INE, como organismo autónomo e imparcial, sería el encargado de supervisar este mecanismo de participación ciudadana. De otra forma, ¿cómo se asegura que la encuesta realizada por el propio Morena o las que realicen las empresas encuestadoras con las que media un pago, no arrojará resultados a modo?
Pero otra vez… ¿usar recursos públicos para algo que prácticamente ya se sabe? Si le preguntaron a la gente si quiere que no haya jueces, magistrados y ministros corruptos, pues la respuesta es obvia. ¡No! ¿Quién quisiera?
En un texto previo te conté cómo después de las elecciones del pasado 2 de junio, Morena y sus aliados podrían obtener mayoría calificada en el Congreso de la Unión. Y con ella será casi un hecho que se apruebe la reforma al Poder Judicial, porque no necesitarían el permiso de nadie más. Entonces, ¿para qué gastar recursos públicos en una encuesta que, con el control en las cámaras y congresos locales, resulta innecesaria?
Se tendría que realizar un proceso electoral para que se elijan a más de 1,600 personas juezas(ces), magistradas(os) y ministras(os). ¿Cuándo? En la jornada electoral en la que se eligen diputados federales, senadores y nuevo presidente.
¡Se eliminarían los exámenes! Esto es grave porque para llegar a una judicatura o magistratura se realiza toda una carrera judicial, no solo de años de experiencia, también de estudios y actualización constante. Y que ese nuevo personal sea propuesto por los tres Poderes de la Unión va a terminar politizándolos, y se “dejarán llevar por lo que en cada momento reclame el electorado”. (Aquí te dejo el testimonio de un juez de Distrito).
¿Y todo esto resuelve la falta de justicia en México y la corrupción en el gobierno? No lo creo.