¿Qué planes tienes para este jueves? 🤗 Frase inspiradora del día: dirígete con confianza hacia tus sueños y vive la vida como la has imaginado.
La maternidad es un tema supercomplejo del que cada vez se habla más. Las percepciones alrededor de esta experiencia son muchas y hoy queremos compartirte algunas de ellas. Ninguna es más válida que la otra.
Experiencias
La indecisión de la maternidad
Estoy en una edad en la que es común que la gente me pregunte si quiero tener hijos. Más allá de que sea incómodo ―porque no sé si piensan que se me está “yendo el tren”―, genuinamente no tengo una respuesta clara. Por supuesto que siempre termino contestando “no sé todavía” y no solo es para zafarme de la conversación, sino porque de verdad no lo sé.
En este sentido, he pensado y repensado que no existe un espacio para hablar abiertamente o desahogarnos sobre la indecisión de la maternidad, al menos no uno que yo conozca. A ver si me explico, hay grupos de mujeres que tienen clarísimo que NO quieren tener hijos y también aquellas que lo desean con todo su corazón. En ambos casos hay bandos de apoyo…
Autocuidado
Lo difícil de perder a un bebé
De niña, me dijeron que perder a una hija era tan doloroso que no había cómo nombrar a la progenitora que atravesaba esa experiencia. Había viudas y huérfanas, pero ¿cómo llamarle a quien pierde a una hija o un hijo? Supuse que así como alguien me abrazaba cuando estaba triste, se le debía dar la misma contención a quien perdía a un bebé.
Cuando mi mamá estaba embarazada de mi hermano coincidió que otros dos compañeros también tendrían un bebé en casa. Un día en la escuela nos pusieron a hacer un dibujo a nuestro hermanito, pero cuando Enrique dijo que también le haría uno al suyo, recuerdo que la maestra le pidió que mejor dibujara un árbol. Cuando le conté a mi mamá, me dijo que la mamá de Enrique había perdido a su bebé y que por eso le habían pedido evitar el tema...
Político Social
Aborté y también quise ser mamá
Nuestra postura sobre el aborto está construida por la sociedad, por la religión y por nuestra propia experiencia. Yo necesité abortar a los 18 años y quizá por eso me sea más fácil pensarlo como un derecho a elegir sobre nuestro cuerpo.
Recuerdo la cara de angustia de mi hermana cuando le dije que estaba a favor del aborto legal. Ella reaccionó de inmediato sin siquiera dejarme terminar de decir mi postura: “No, no, no. Yo no puedo. No puedo estar a favor”. Me sentí enojada porque mi hermana pensaba distinto y porque no me dio más explicación, aunque tampoco se la pedí. Ella solo pensaba en su dolor.
Cultura
¿Cómo aprendemos a cuidar?
Me gusta preguntarle a la gente cómo está, seguir sus procesos de cerca cuando la tristeza les invade y llevarles de la mano cuando tienen miedo. Disfruto de cuidar a otros, a mi modo, con ternura y mucha paciencia.
Entonces recuerdo una pregunta que Daniela Rea hace en su libro Fruto: ¿Cómo aprendemos a cuidar? Inmediatamente pienso en mi madre: sus manos sobre mi cabello, la sopa de fideos en la mesa, los pantalones remendados. Pero también me es inevitable no nombrar a mi abuela, a mis tías, a mis primas mayores, a todas esas otras madres que también tuve y que, sin darme cuenta, me enseñaron cómo “cuidar”.
La maternidad te transforma
Por: Karla Baeza
Muchas cosas me hacían ilusión en la vida, pero la maternidad no. No me recuerdo como una niña que jugara a ser mamá. Tampoco fui una persona a la que le gustaran las niñas y niños, y los temas que tuvieran que ver con bebés me daban flojera. Pero todo cambió cuando la vida me dio el regalo de ser mamá, así lo percibí desde el principio. Se comenzaron a despertar en mí cosas que no sabía que existían; empecé a morir de ternura cuando pensaba en bebés y a conectar con las madres como si fueran mis hermanas.
Definitivamente la maternidad me ha mutado. Ya no soy yo. Aunque he conservado parte de mi esencia, la realidad es que por otro lado cambie por completo… me encantan los temas de maternidad, comprendo como nunca a las madres, entiendo la vida como un milagro y conocí la forma de amor más grande, pura e incondicional. A ver, también he llorado mucho y también la maternidad duele… es también muy retador y difícil. Dejar de ser tú es un proceso en el que te pierdes y lleva tiempo encontrarte; mi maternidad también ha sido un duelo.
Darte cuenta de que ya no conectas con tu grupo de amigas y amigos; los cambios en tu cuerpo, en tu piel, tu tiempo ya no es tuyo, las horas de sueño perdidas, repito: duele. Muchas nostalgias que pasan todos los días también se recompensan cuando ves a una personita crecer y cuando sus ojitos te miran; se resetea el mundo. La maternidad es una completa locura y nunca antes había sentido tanto amor y agradecimiento como hija, como ahora que soy madre.
Te juro que no miento - Canción
Si hoy es uno de esos días en los que sientes que te falta un abrazo al corazón, te invitamos a escuchar esta canción escrita por Sofía Castro.
🎧 Es un testimonio revelador de las experiencias y emociones que nos asechan a todas.
🎧 La canción refleja la conmovedora realidad de ver el valor en una misma cuando el mundo parece nublado.
🎧 Desafía la tendencia de romantizar las adversidades y la presión constante de encontrar lo positivo en todo.
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