Hace poco más de un año se jugó el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, el evento deportivo femenil más grande. Y aunque España se consagró campeona, hubo una imagen que se viralizó, la cual dejó ver el machismo que existía en el futbol femenil español: Luis Rubiales, entonces presidente de la Real Federación Española de Futbol, besó sin consentimiento y ante los ojos del mundo a la campeona Jenni Hermoso.
Futbolistas alrededor del mundo se pronunciaron en contra de lo que había hecho Rubiales y mostraron su apoyo a Jenni. Gracias a eso surgió el movimiento Se Acabó, que busca poner un alto a la violencia machista y visibilizar lo que viven las mujeres y las niñas dentro y fuera del futbol. La directora Joanna Pardos creyó que era necesario contar esta historia y tras varios meses de trabajo, el 1 de noviembre llegó a Netflix #SeAcabó: Diario de las campeonas.
El documental desempolva todos los detalles de uno de los mayores hitos del futbol femenil ―el antes, el durante y el después― y lo cuenta con las voces de las campeonas del Mundo. Deja ver que no eran apoyadas por la Federación Española, el control que ejercían sobre ellas y el miedo que algunas tenían de expresar lo que pensaban. Se trata de una cinta muy poderosa, por eso te queremos compartir tres enseñanzas que nos dejó.
Podrá parecer un cliché, pero este documental nos mostró que solo si estamos juntas podemos hacerle frente al machismo y la violencia. Aunque durante mucho tiempo algunas futbolistas españolas se reservaron su opinión sobre las condiciones de trabajo desiguales por miedo a las consecuencias, cuando Rubiales besó sin su consentimiento a Jenni no lo dudaron y salieron a respaldarla.
Todas firmaron un comunicado en el que pidieron no volver a ser convocadas por la selección española hasta que cambiaran a los directivos. ¿El resultado? A pesar de que en un principio se negó a hacerlo, Rubiales dimitió; además, personas cercanas a él como Jorge Vilda, exseleccionador nacional, fueron suspendidos de sus funciones.
Jenni Hermoso contó en el documental que al ver tanto apoyo hacia ella se sintió con fuerzas para atravesar la situación. Al inicio publicó comunicados sobre lo sucedido en los que explicó que el beso no había sido consentido y después presentó una denuncia formal contra Rubiales ante la Fiscalía de España por el delito de agresión sexual.
Jenni también compartió detalles de lo mal que lo pasó en días posteriores al beso ―sobre todo porque la Federación Española la presionó para que declarara que había sido consentido― y cómo el apoyo que le dieron fue fundamental para ella. "Fue como un superpoder", dijo. Esto deja ver lo importante que es creerle y garantizarles espacios seguros a las mujeres cuando comparten su historia de violencia.
La historia de las campeonas del Mundo es un reflejo de lo que viven las mujeres y las niñas en otros espacios. Abusos, relaciones de poder, control, pactos patriarcales para mantenerse en sus puestos de trabajo, ¿te suenan? Ellas se enfrentaron a esto durante años. Antes de ganar el mundial el equipo femenil de España venía de una guerra que se generó solo por exigir mejores condiciones de trabajo.
Las futbolistas coincidieron en que Jorge Vilda era muy cercano a Rubiales y poco hacía por el equipo. En la narración retomaron pinceladas de la violencia que cometió: las vigilaba todo el tiempo, determinaba qué hacían, qué decían, qué debían comer y merodeaba en las madrugadas por los pasillos de los hoteles en los que se hospedaban. Jenni Hermoso y Laura Codina recuerdan que incluso se metía a las habitaciones cuando ellas se preparaban para dormir.