Su nombre y fotografía han circulado en volantes, redes sociales y diversos medios de comunicación locales y nacionales porque el 4 de octubre pasado fue el último día que la activista mixe Sandra Estéfana Domíguez Martínez fue vista en la comunidad de María Lombardo de Caso, en el municipio de San Juan Cotzocón, Oaxaca.
Ese mismo día también desaparecieron a su pareja, Alexander Hernández Hernández. Sin embargo, dos de las tres líneas de investigación están relacionadas con ella. ¿Por qué?
Una de las razones más sonadas es que, en marzo de 2020, Sandra denunció la existencia de un chat de whatsapp, llamado “Sierra XXX”, donde se exhibía sexualmente a mujeres de comunidades mixes, integrado por más de 100 hombres. Ella fue una de las víctimas.
El chat estaba integrado por algunos funcionarios como Donato Vargas Jiménez, exfuncionario del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas y actual coordinador de Delegados de Paz Social en el gobierno morenista del Estado de Oaxaca; Rolando Vásquez Pérez, jefe del departamento normativo del control de plazas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI); y Juan Eliel Hernández, identificado como líder de grupos de desplazados de la Sierra Norte, reportó El Universal.
Sandra declaró que varias personas afirmaban que Rolando compartió su foto en el chat “Sierra XXX”, y que “ya me había confrontado con él porque tenía una actitud hostil, acosadora y amenazante hacia su persona”.
Además, en 2023, Sandra acompañó a Aracely Cruz Jiménez en su denuncia por violencia familiar contra su expareja Donato Vargas. Ese mismo año, las mujeres indígenas de la sierra mixe ya habían exigido la destitución de Donato, pero apenas el pasado 21 de octubre, el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, dijo que le pediría a su amigo Vargas que se separara del cargo entre 8 y 15 días, para que se le investigue, peeero que otra línea era la que estaba “muy bien identificada”. ¿Será?
Esa otra supuesta línea es que la pareja de Sandra tiene relación con la delincuencia organizada, pero aún no se tiene nada confirmado.
La tercera posibilidad es que la desaparición de la abogada está relacionada con su profesión, pues defendía casos de violencia contra mujeres.
Diez días después de la desaparición, el auto de Sandra fue hallado en Playa Vicente, Veracruz. Y el 20 de octubre, las autoridades mexicanas detuvieron a un hombre por poseer el celular de la activista; sin embargo, la familia del acusado afirma que se lo encontró.
Sandra se sumó a la desaparición de las también defensoras de derechos humanos de Oaxaca Claudia Uruchurtu Cruz (26 de marzo del 2021) e Irma Galindo Barrios (el 27 de octubre del 2021). Tan solo en 2024, se registraron más de 700 personas desaparecidas en ese estado; 34 % de ellas son mujeres.