En el Centro Cultural España, María de 56 años está sentada mientras una estilista le retoca el negro intenso de su cabello. Al mismo tiempo Yazmín recibe un facial y a Karina le cortan el cabello. Se les ve alegres y cómodas. De fondo se escuchan canciones de cumbia. Todas estas mujeres tienen algo en común: son sobrevivientes de ataques con ácido y este 25 de noviembre, Día de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, se encuentran en una “Brigada de Apapacho Estético Sororo”.
Las “Brigadas de Belleza Itinerante” son un evento y un colectivo a la vez; se trata de profesionales de la belleza que desde hace 10 años se dedican a defender los derechos de las mujeres con ayuda de sus habilidades en el ámbito de la estética. Este 25 de noviembre, en conjunto con la Fundación Carmen Sánchez, la primera que se encarga de acompañar a sobrevivientes de ataques con ácido en México, ofrecieron cortes de cabello, faciales, maquillaje y tintes de manera gratuita para mujeres que hayan pasado o estén en situación de vulnerabilidad y deseen un cambio de imagen.
Diego Sexto, peluquero y creador de la iniciativa, está convencido de que las sobrevivientes de violencia deberían tener derecho a acceder a servicios estéticos: “Es parte de la reparación del daño de las víctimas […]. Sí hay una responsabilidad de las autoridades”, dijo.
Hace 10 años Diego se encontraba en una crisis personal. En ese momento colaboraba con fundaciones organizaciones que acompañaban a personas en situación de vulnerabilidad, como sobrevivientes de violencia, cáncer, lupus u otras enfermedades crónico degenerativas. Esto hizo que descubriera lo importante que era su labor. Se dio cuenta de que los cortes, maquillajes y retoques no solo impactaban en la imagen de las personas, sino en su autoestima y autopercepción, así que decidió fundar las “Brigadas de Belleza Itinerante”.
Diego cuenta que la primera vez que colaboraron con la Fundación Carmen Sánchez fue especial para él. Asistieron Carmen Sánchez y Esmeralda Millán; ambas fueron atacadas por sus exparejas y sus casos recibieron las primeras sentencias por tentativa de feminicidio en Latinoamérica (por este tipo de violencia). Para Diego, el cambio fue notorio, no solo se trata de una cuestión estética, pues después de recibir el cariño de las y los profesionales de la belleza y el cambio de imagen, su actitud cambió.
María López, sobreviviente de un intento de feminicidio con ácido en 1988, se ha sometido a más de 31 operaciones reconstructivas y este 25 noviembre participó en la brigada. Su caso es emblemático porque es el primero que se ha documentado en México y en América Latina de este tipo de violencia. Gracias al apoyo de la Fundación Carmen Sánchez en noviembre presentó su examen para terminar la preparatoria y está en espera de sus resultados.
Karina Mendoza fue agredida en agosto de 2019 cuando se dirigía a su trabajo. Se encontraba a dos cuadras de su casa cuando un hombre en bicicleta se bajó, se acercó a ella y le aventó ácido en el rostro. Después del ataque se ha enfocado en reconstruir su vida. Gracias también al apoyo de la fundación se graduó de la prepa y ha podido acceder a cirugías reconstructivas y tratamientos dermatológicos. Hoy busca pasar el mayor tiempo posible con su familia.
Yazmín Hernández fue atacada en mayo de 2021. Su caso se reclasificó de lesiones a tentativa de femicidio, pero hasta la fecha no ha habido avances en la investigación. Quiere continuar con sus estudios. Le gustaría tomar cursos de belleza y repostería.
Más allá de las consultas médicas y en la fiscalía, este tipo de eventos ayudan a que ellas puedan recuperar su autoestima, su confianza y su seguridad en sí mismas.
En México, según el conteo de la Fundación Carmen Sánchez, más de 100 mujeres son víctimas de violencia con sustancias químicas (además del ácido) anualmente.