Hace unos días, el pateador del equipo de futbol americano de Kansas City Chiefs, Harrison Butker, insinuó que una mujer tiene más valor si se dedica al hogar que si logra alguna meta académica o profesional, y exhortó a los hombres a no pedir perdón por su masculinidad.
El público presente durante su discurso* lo ovacionó. ¡Obvio! Las palabras que eligió Harrison fueron dirigidas a estudiantes que se graduaron en una escuela católica conservadora de Atchison, Kansas, en Estados Unidos. Pero eso no justifica su discriminación hacia las mujeres y hacia la comunidad LGBT+; de esta última cuando habló de “los pecados capitales” de la homosexualidad.
Ojalá solo hubiera quedado en una ovación; sin embargo, esta solo es una muestra de la gran cantidad de gente que piensa como él. Pues los días posteriores a su discurso homófobo y machista, se dispararon las ventas de la camiseta de Butker y se agotaron los jerseys de mujer con su número.
Una pensaría que lo “funarían”, pero eso no está pasando del todo. Aunque hay personas que lo han criticado y que la NFL y el propio Kansas City Chiefs se han deslindado de sus declaraciones, también hay quienes lo han defendido, dejando claro que seguirán promoviendo los roles de género construidos bajo una mirada machista y conservadora.
De acuerdo con la autora feminista Jessica Valenti, quien escribió al respecto en su boletín Abortion, Every Day, “los comentarios de Butker no eran ‘marginales’ o radicales, son la regla. Simplemente estaba diciendo en voz alta lo que los republicanos ya han codificado que el papel de la mujer en este país es tener hijos y apoyar a los hombres, quienes son las verdaderas estrellas del espectáculo”.
La popularidad disparada de Harrison Butker da el mensaje de que para ser un hombre exitoso (ha ganado tres Super Bowls) se necesita que una mujer le apoye siendo solo madre y esposa. Mientras que para las mujeres, el mensaje es que si quieres un hombre “exitoso” (adinerado, talentoso y famoso) como pareja tienes que ser ama de casa, sumisa y servicial.
Aclaro: No tiene nada de malo que haya mujeres que decidan dedicarse al hogar y al cuidado de sus hijos e hijas; ese no es el problema. Lo cuestionable acá es que sea impuesto, que nos hagan creer que una decide libremente ser ama de casa, madre y esposa, cuando en realidad muchos de nuestros deseos obedecen a imposiciones culturales, sociales y religiosas.
¿Y? Eso nos impide que tengamos siquiera la posibilidad de imaginarnos en otra realidad, en otra forma de sentirnos exitosas, como ser profesionista, independiente y soltera, sin que esté mal visto. Cuestiónate: ¿Puedo imaginarme en otro contexto? ¿Qué me lo impide? ¿Qué puedo hacer para que sea una realidad?
* Partes del discurso de Harrison Butker:
“Quiero dirigirme a ustedes brevemente porque creo que son ustedes, las mujeres, a quienes se les han dicho las mentiras más diabólicas. ¿Cuántas de ustedes están sentadas aquí ahora a punto de cruzar este escenario y están pensando en todos los ascensos y títulos que van a conseguir en su carrera? Puede que algunas de ustedes lleguen a tener carreras de éxito en el mundo, pero me atrevería a adivinar que la mayoría de ustedes están más ilusionadas con su matrimonio y los hijos que traerán a este mundo".
“Puedo decirles que mi bella esposa, Isabelle, sería la primera en afirmar que su vida comenzó verdaderamente cuando empezó a vivir su vocación como esposa y como madre. Hoy estoy en este escenario, soy capaz de ser el hombre que soy porque tengo una esposa que se entrega a su vocación”.
“No puedo subrayarlo lo suficiente: todo mi éxito ha sido posible porque una chica que conocí en la clase de banda en la escuela secundaria se convertiría a la fe, llegaría a ser mi esposa y abrazaría uno de los títulos más importantes de todos: ama de casa”.