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Javier Milei y su licencia machista, discriminatoria y homófoba

Escrito por Shelma Cerrillo Jara | 27 enero 2025

Javier Milei apenas lleva un año como presidente de Argentina y ya se han visto avances en la economía de su país. Ajá, pero eso no le da derecho de pisotear los derechos de las mujeres ni de la comunidad LGBTI+.

¿Has escuchado la frase “el que paga manda”? Es una frase machista que justifica que quien se encargue de la manutención de una familia tenga el derecho de ejercer poder e incluso violencia sobre quienes dependen de esa persona económicamente.

Así suena Javier Milei, un presidente que si bien ha logrado bajar la inflación al 2.7 % al mes, que el dólar se mantenga estable y que los bonos y acciones del país registren precios récord, también es el mandatario que cerró el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, dio de baja los programas de ayuda y asistencia a mujeres víctimas de violencia y redujo la Línea de Ayuda 144, una línea de emergencia ante situaciones de violencia de género.

Pareciera que sus logros como ejecutivo le dieron licencia para accionar en contra de las mujeres y para hacer declaraciones machistas, discriminatorias, homófobas y mentirosas, en el Foro Económico Mundial de Davos.

Durante el evento, dijo que “el feminismo radical es una distorsión del concepto de igualdad que pone una mitad de la población en contra de la otra”, que “solo busca privilegios”; y que “el femicidio legaliza que la vida de una mujer vale más que la de un hombre”, entre otras cosas.

Es claro que Milei no ha entendido nada

El feminismo no busca contraponer a hombres y mujeres, sino que ambos cuenten con las mismas oportunidades y derechos, considerando las desigualdades que les rodean. ¿Se han pedido tratos diferenciados? ¡Claro! No solo porque exista una deuda histórica con las mujeres, sino porque es necesario para garantizar la igualdad de oportunidades y la seguridad de ellas.

En muchas ocasiones, si no se exige una cuota de género en algunos puestos gubernamentales, por ejemplo, no habría forma de que mujeres igual o mejor capacitadas que sus pares varones llegaran a ocupar esas posiciones.

O si una mujer se embaraza se ve obligada a interrumpir su carrera profesional y a hacerse cargo del cuidado de su hija o hijo. Si a los hombres también se les otorgaran periodos largos de licencia de paternidad, eso permitiría que se involucraran más en la crianza y que las mujeres no sufrieran una desventaja laboral y de trabajo no remunerado. Así que sí, las necesidades son distintas.  

Y no, Milei, ninguna vida vale más que otra. De eso no va la clasificación de “femicidio” (como llaman al “feminicidio” en Argentina), sino de reconocer que hay mujeres que son atacadas y asesinadas por razón de género; es decir, por el hecho de ser mujeres. 

Si dejamos de reconocer que la violencia que se ejerce sobre nosotras es machista y desigual es no reconocer la realidad que viven miles de mujeres en Argentina y en el resto del mundo. Por lo tanto, nos alejamos de una verdadera solución y nos acercamos a una existencia inferior.