Seguro te acuerdas de cuando una joven de 17 años denunció a cuatro policías de la Ciudad de México por violación, en 2019. La adolescente afirmó que las agresiones sucedieron dentro de una patrulla capitalina. Entonces nacieron las frases “no me cuidan, me violan” y “la policía no me cuida, me cuidan mis amigas” que nos recuerdan que el personal policiaco no solo no se ha encargado de que la violencia contra nosotras se erradique, sino que está entre los agresores.
¿Y la reforma a la Guardia Nacional evitará que este tipo de violencias sigan ocurriendo? Debería, pero lo dudo mucho. Incluso se corre el riesgo de que las autoridades nos violenten aún más, pues “la estrategia de seguridad militarizada está correlacionada con los aumentos en la violencia contra las mujeres en cualquier ámbito y modalidades”, según Daira Arana, internacionalista y directora de la organización Global Thought, con quien conversé al respecto.
Tan solo en un año, más de 68 mil mujeres sufrieron violencia en su comunidad por parte de militares o marinos, de acuerdo con un análisis de Intersecta Organización para la Igualdad, A. C., hecho con datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh, 2021) del Inegi.
En el mismo estudio hecho para la UNAM, se revela que en las detenciones de mujeres, las instituciones que ejercen mayor violencia son la Marina (86.4%) y la Sedena (77.4%). Además, el 19.4% de las mujeres arrestadadas por la Marina y el 11.5% de las que fueron arrestadas por la Sedena sufrió una violación sexual.
Y bueno, no ha hecho falta que la Guardia Nacional pertenezca a la Sedena (administrativamente) para cometer violaciones a los derechos humanos. Pues este cuerpo de seguridad ya ha sido denunciado por al menos 1,056 personas por tratos inhumanos y violación a los derechos humanos, principalmente, de acuerdo con el Sistema Nacional de Alerta de Violación a los Derechos Humanos.
Esta es oootra reforma del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Con ella busca incorporar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), lo que estaría “solidificando el proceso de militarización de la seguridad pública”, de acuerdo con la experta en temas de seguridad.
Eso quiere decir que a pesar de que un cuerpo policial debería ser civil ahora sería militar, pues con ella “se establece que las fuerzas armadas ya podrán hacer tareas de seguridad pública, de seguridad interior y las que se mandaten en la constitución”.
Es increíble cómo a pesar de que los niveles de violencia no han disminuido significativamente con la Guardia Nacional en las calles, y de las cientas de quejas en su contra, las autoridades federales crean que el uso de las fuerzas armadas es la única solución al problema de la seguridad pública.
En nuestro país, se siguen asesinando a entre 9 y 10 mujeres al día, en promedio, desde 2017, según cifras oficiales.
La organización Equis Justicia para las Mujeres sostiene que “la seguridad pública es un problema multifactorial y no ha sido abordado como se requiere, es decir, con un enfoque transversal e integral”.
La reforma a la Guardia Nacional se aprobó en la Cámara de Diputados y este lunes 23 de septiembre será discutida en la Cámara de Senadores.