Silvia Pinal, la última gran diva de la época del cine de oro mexicano, considerada un ícono de la televisión, el cine y el teatro, falleció en Ciudad de México este jueves a los 93 años. Con ella muere una leyenda del cine, pues fue de las primeras actrices que rompió cánones en la industria.
Nació en Guaymas, Sonora, en 1931. Sus inicios fueron en el teatro en los años cuarenta, poco antes de dar el salto a la pantalla grande con su primera película Bamba (1948), de Miguel Contreras Torres. Después de estar en algunos proyectos participó en obras como Adiós, Mimí Pompón (1960), del director Luis Marquina, y en Maribel y la extraña familia (1960), dirigida por José María Forqué.
En 1949 formó parte de la cinta El pecado de Laura bajo la dirección Julián Soler, uno de los cineastas más importantes de la época. Su papel fue secundario, pero hizo que se abriera paso en una industria que destacaba más a los actores, quienes tenían el poder de marcar las pautas de las interpretaciones y escoger a sus compañeras de reparto. Pinal se enfrentó a ese tipo de situaciones para demostrar su valía como actriz.
Los papeles que protagonizaba se caracterizaban por ser complejos y controvertidos, pues daba vida a mujeres que se veían envueltas en relaciones extramatrimoniales o trabajadoras sexuales, lo que resultaba ser muy revolucionario para la época. Otra de sus características fue su voz ronca, lo que la hizo destacar de otras actrices, de acuerdo con Infobae.
El nombre de Silvia creció en la industria en la década de los cincuenta hasta el punto de conseguir su primer premio Ariel gracias a su actuación en Un rincón cerca del cielo (1952), dirigida por Rogelio González y protagonizada por el actor y cantante Pedro Infante.
Uno de sus papeles más destacados, el cual le generó fama internacional, fue una obra de Luis Buñuel titulada Viridiana (1961) y, según explicó la actriz, fue ella quien se lanzó en búsqueda del cineasta. “Es una vanidad muy grande la que voy a decir, pero yo escogí a Buñuel, no él a mí. Cuando conocí su obra me encantó, me enamoré de su cine, de su humor negro, de su manera de ser y supe que no descansaría hasta ser dirigida por él y lo logré”, contó.
Por esta película recibió la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes en 1961. La obra enfrentó una fuerte censura por parte de la dictadura franquista en España y fue señalada por el Vaticano debido a que su contenido fue considerado "irreverente y blasfemo", por lo que la determinación de Pinal fue fundamental para sobrevivir a la censura y alcanzar el reconocimiento internacional.
El velorio de la destacada actriz mexicana Silvia Pinal será privado. Se tiene previsto que este viernes se celebre una misa de cuerpo presente y el sábado un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes, de acuerdo con la Secretaría de Cultura.