Sabreen tenía siete meses y medio de embarazo cuando una de las miles de explosiones provocadas por ataques aéreos israelíes la alcanzó. Ella no sobrevivió pero su pequeña Sabreen Al-Sakani fue rescatada del vientre de la madre. Cinco días después, la bebé gazatí también falleció.
Ya pasó un año del ataque de Hamás a Israel y de que este último comenzara un genocidio contra Palestina, lo que ha provocado el asesinato de más de 41 mil personas en ese territorio; dos tercios de ellas son mujeres, niñas y niños, y no parece tener fin.
Se ha visto el uso de la violencia reproductiva contra mujeres porque se ven como las “protectoras reproductivas de la vida palestina”. Por eso hace todo el sentido cuando la representante de ONU Mujeres Maryse Guimond dice que "Gaza es 'una guerra contra las mujeres', solo es ver el número de muertas y heridas, y el nivel general de devastación al que se enfrentan". Cada hora mueren dos madres gazatíes.
Ellas han intentado sobrevivir a las agresiones israelíes, pero con el bloqueo de ayuda humanitaria se ha vuelto prácticamente imposible… “Están perdiendo la vida, están enfermas, hambrientas, agotadas, manteniendo unidas a sus familias a pesar del miedo y las pérdidas constantes”, dijo a periodistas Maryse Guimond, representante de la ONU.
Creo que ni siquiera podemos imaginar el dolor de las 183 mujeres al día que sufren una cesárea sin anestesia o analgésicos, o la impotencia que han sentido al escuchar el llanto incesante de su bebé, por hambre. O el desconsuelo por abortar a causa del estrés ocasionado por los bombardeos.
“Ellas son las últimas y las que menos comen de sus familias, se saltan comidas y no ingieren alimentos saludables durante meses y meses”, de acuerdo con ONU Mujeres, quien ha reportado que más de medio millón de mujeres padecen hambre severa en el territorio palestino.
Resulta que como las mujeres son las que se encargan de proveer el alimento a sus familias, son más vulnerables al tener que salir en busca de agua y comida.
Además, las niñas y jóvenes se arriesgan a contraer una infección al asumir el trabajo de cuidados de sus familiares mayores, sin que haya quienes cuiden de ellas por haber perdido a sus madres y padres a causa de los bombardeos.
Otra causa de infección para las mujeres es utilizar trozos de tela o ropa cortada durante sus periodos menstruales, y sin acceso al agua o baños limpios y privacidad, no pueden tener la higiene necesaria para impedirlo. Esto afecta a más de 690,000 mujeres y adolescentes en la región.
En fin… no alcanzan las palabras para describir la magnitud real del genocidio en Gaza. Y aunque esté ocurriendo a miles de kilómetros de distancia nuestra, eso no debería ser impedimento para ser empáticas con el dolor ajeno.