Emma asistió al evento "Menstruación y Productividad Laboral" presentado por Plenna ―una clínica de salud integral de mujeres ubicada en Ciudad de México―, Dalia Empower e Essity, en el que se discutió la importancia de visibilizar el impacto del ciclo menstrual en el entorno laboral.
La menstruación sigue siendo un tema silenciado en los espacios laborales, a pesar de afectar la vida diaria y la productividad de millones de mujeres. Según el informe Menstruación y Productividad, elaborado por Dalia Empower y Plenna, el 91 % de las mujeres siente que su rendimiento laboral se ve afectado por molestias menstruales, como cólicos, migrañas o fatiga. Palmira Camargo, vicepresidenta de Essity, destacó que ese porcentaje preferiría no tener menstruación debido a los problemas que esta les genera.
Laura Manza, Chief Content Officer de Dalia Empower, dijo que en México hay 24 millones de mujeres que forman parte de la fuerza laboral; sin embargo, el 86 % de las empresas admite que la menstruación es un tema que ni siquiera ha sido abordado en sus organizaciones, señaló Manza.
Esta falta de acciones por parte de las organizaciones tiene consecuencias directas: el 44 % de las mujeres ha faltado o intentado faltar al trabajo por molestias menstruales, lo que impacta no solo en su bienestar, sino también en la productividad de las empresas.
El informe también menciona que la dismenorrea, la endometriosis y otros trastornos menstruales suelen ser minimizados tanto por el sistema de salud como por los propios entornos laborales. Muchas mujeres han recibido un diagnóstico médico de alguna enfermedad relacionada con su ciclo menstrual, mientras que otras sospechan que padecen algún trastorno, aunque no han sido diagnosticadas oficialmente.
Las empresas que han implementado políticas para apoyar a sus colaboradoras han visto beneficios tangibles como mayor productividad, compromiso y sentido de pertenencia. Sin embargo, el informe concluye que la menstruación sigue siendo un tema tabú, lo que perpetúa el silencio, la falta de apoyo y la desigualdad de género en el ámbito laboral.
El evento concluyó con la siguiente idea: la visibilización y la adopción de políticas menstruales no solo son un acto de justicia, sino una oportunidad para construir espacios de trabajo más equitativos.