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¿Por qué es tan difícil abandonar a un novio agresivo?

Escrito por Shelma Cerrillo Jara | 13 mayo 2024

 

Avril LM está siendo revictimizada

En redes sociales se hizo viral un video en el que se ve cómo Javier ‘N’ golpea, ahorca y arrastra a Avril LM, su novia, hasta dejarla inconsciente. A través de Facebook, la chica de 17 años confesó que “durante toda la relación, mi ex pareja mantuvo actos de violencia sobre mi persona, pero siempre me mantuve callada por miedo, por sus amenazas y porque como víctima es muy difícil salir de ese ambiente”.

Sé que muchas personas podrían pensar que si estás con una pareja que te violenta la solución es simple: déjala. Claro, suena lógico y hasta sensato. El problema es que no es tan fácil como parece.

Recuerdo una frase que me dijo una amiga de la preparatoria “las que están con tipos así (violentos) es por pendejas”. Mi yo adolescente se compró ese discurso sin entender cómo podía dejar de “ser pendeja” para salir de una relación en la que me sentía amenazada todo el tiempo (en este texto te conté de esa relación tóxica a mis 14 años).

Desde mi experiencia…

Lo que sucede es que no todas tenemos las herramientas emocionales y/o económicas necesarias para separarte de quien crees amar. Te dejas llevar por el corazón y no por la razón, sobre todo cuando lloran “arrepentidos”, te piden perdón y te prometen cambiar. Una confía en que es real lo que te dicen, que lo hacen porque te aman (en serio, te compras ese discurso). Entonces justificas sus celos, su comportamiento agresivo y su control.

Otra cuestión que complica la separación es que los agresores se encargan de romper con tus redes de apoyo, llevándote a centralizar tu relación, al tiempo que la violencia escala. Dejas de frecuentar a tus amigas y amigos, luego a tu familia y hasta te limitas a conocer personas, con tal de atender las “necesidades” de tu pareja.

También pasa que ya no le cuentas nada a tus amigas porque sabes cuál será su respuesta: Déjalo. Y si logras hacerlo, siempre está el riesgo de regresar con él, lo que le deja un mal sabor de boca a quien le hayas contado lo que te pasaba. Así que cada que intentas cortar la relación no solo te enfrentas a tus sentimientos y al duelo sola, sientes afrontar el mundo sin ningún tipo de compañía. Y eso lo vuelve aún más difícil.

Y por último, por miedo. Miedo a sentirte sola, a “perder” a alguien, a que te dañen si te quieres ir, incluso miedo de que lastimen a tus seres queridos (sí, también te amenazan con eso si los dejas), miedo a no poder sobrevivir, miedo de perder a tus hijas o hijos (cuando los hay) o a que les lastimen.

No dejes de intentarlo

Eventualmente, una se da cuenta de que sí hay forma de salir y lo intenta una y otra vez, pero no todas lo logran, algunas por no contar con una red de apoyo fuerte que les ayude a cambiar su realidad. Yo tuve el apoyo de mis amigas de la universidad y les estaré eternamente agradecida.

Dejemos de cuestionar, de juzgar y de revictimizar a Avril LM y a todas las mujeres que hemos sido violentadas por nuestras parejas. Si no hablamos antes o no les ponemos un alto a los agresores desde el día uno es porque difícilmente nos damos cuenta cuándo fue ese día, porque son acciones sutiles, graduales y envueltas de manipulación.

Las tareas del Estado y de la sociedad deberían enfocarse en la prevención y en educar a los hombres para que dejen de cosificarnos y de tratarnos como si fuéramos su propiedad. Hoy le digo a Avril, a mi yo adolescente y a todas las mujeres que necesitan escucharlo: No es tu culpa.