En esta edición especial del 8M, Día Internacional de la Mujer, las integrantes de Emma reflexionamos sobre la importancia de recordar la lucha de las mujeres y las niñas por nuestros derechos, nuestra libertad, equidad y por un mundo libre de violencias y opresiones.
Somos conscientes de la diversidad de experiencias y contextos que nos atraviesan, y de que cada una tiene sus propias motivaciones. Por eso quisimos aprovechar este día para escucharnos y abrazar nuestras diferencias.
Por el hecho de que estamos vivas, porque hoy puedo estar escribiendo esto y tú leyéndolo. Porque debido a las circunstancias y contextos desgarradores que vivimos las mujeres en México, pareciera un privilegio existir, vivir, trabajar, ser, crecer y poder salir a marchar en un país donde nos hacen menos, nos matan, atacan, discriminan, violentan, violan o abusan en razón de nuestro género (y peor aún, siempre nos echan la culpa).
Hoy no nos vamos a hacer chiquitas para no incomodar, para complacer, no vamos a sonreír si no queremos, hoy seremos grandes, enormes, y vamos a ocupar todos los espacios que podamos, para ver si así logramos poco a poco disminuir esas cifras de terror que ya nos sabemos de memoria, reducir la brecha salarial y acercarnos a una vida libre de violencia. Sigamos luchando hasta que sea una realidad para todas, cueste lo que nos cueste. No vamos a parar, no nos vamos a callar.
Porque conmemora la lucha por los derechos de las mujeres, esa por la que hoy muchas mujeres tenemos acceso a votar, estudiar y trabajar. El 8M es buen día para alzar la voz en conjunto y recordar que hay muchas violencias que todas hemos vivido: agresiones sexuales, desigualdad salarial, violencia estética, discriminación y/o acoso. Pero también porque atestiguamos violencias en su máxima expresión contra otras como la desaparición de mujeres y niñas, así como los feminicidios. Todo esto en un contexto de total impunidad. Y más allá de visibilizar todas las problemáticas, también es un día para reconocernos las unas con las otras en las diferencias dentro de un sistema que nos quiere ver separadas y que nos ha impuesto cómo debe ser una mujer.
El 8M para mí es tan importante porque es un día de unión en el que podemos ver a todas juntas defendiendo nuestros derechos y alzando la voz de las que por una u otra razón no pueden acudir a hacerlo. Mi mejor amiga todos los años marcha y siempre, además de compartirme su ubicación, me dice “hoy marcho por mí pero también por ti”, y para mí por eso están significativo este día, por que es un día en el que todas alzan la voz por aquellas que por una y otra razón todavía no podemos hacerlo.
Son muchas las razones por las que deberíamos cuestionarnos y nos debería de importar el 8M, durante mucho tiempo las mujeres han tenido que luchar por tener un lugar dentro de la sociedad, un lugar en el que se les respete, escuche, considere y cuide. Me parece importante continuar con la lucha y el esfuerzo de muchas otras mujeres que nos han dado la oportunidad de seguir alzando la voz, exigir derechos, oportunidades y también justicia.
El 8M es una fecha importante porque es parte de un legado histórico, de la lucha de muchas mujeres que nos antecedieron y que tuvieron que remar contracorriente para que los derechos de los que ahora gozamos fueran reconocidos. También, creo que es una fecha para recordarnos permanecer firmes en busca de erradicar las violencias que aún enfrentamos y permanecer vigilantes ante aquello que amenaza los avances en materia de igualdad de género, porque como decía Simone de Beauvoir: “No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados”.
El 8M, con sus protestas, sus reflexiones y todo lo que enmarca a la fecha, es una oportunidad no sólo de seguir cuestionando al sistema que oprime a las mujeres, también es una oportunidad para recordar los lazos que creamos con las que caminan a nuestro lado y luchan por los mismos objetivos.
El 8 de marzo es un día importante, potente y muy significativo para las mujeres, que no debemos olvidar. Dicen por ahí que quien no conoce su historia está condenada a repetirla. Y es que sin las mujeres que nos precedieron yo no tendría derecho a votar, estudiar, decidir cómo vestirme o si quiera a elegir si quiero o no tener hijas o hijos. Tampoco hubiera podido hablar abiertamente sobre el abuso sexual que he vivido ni quejarme del acoso que día a día seguimos experimentando todas.
Es cierto que, como todo movimiento social, en la lucha de las mujeres hay contradicciones y diferencias, pero yo solo deseo que tanto el 8M como las demás fechas en las que se conmemoran los logros de las mujeres nos sirvan de recordatorio de lo que podemos lograr juntas. Porque unidas somos más fuertes. Porque lo que sentipensamos importa. Porque nunca más tengan la comodidad de nuestro silencio.
El 8M debería importarnos a todas porque es un recordatorio a la realidad que lamentablemente enfrentamos muchas mujeres día con día, por ejemplo, el acoso tanto sexual, laboral, físico, escolar como verbal, violencia doméstica, desigualdad social y económica, desapariciones, trata de blancas, opresión, machismo, patriarcado, feminicidios, entre otras muchas cosas.
El 8M es un día para recordar a las mujeres que han perdido la vida a causa de la violencia y exigir justicia, tanto para ellas como para sus familias. Este es NUESTRO día para alzar la voz sin miedo a ser juzgadas, señaladas o invalidadas. Cada una hace su lucha desde la posición en la que puede, juntas lograremos construir un mundo en el que podamos vivir sin miedo y seamos libres.
Es vital reconocer la importancia del 8M a nivel internacional, ya que conmemora los logros y desafíos de las mujeres en todo el mundo. Este día ofrece la oportunidad de reflexionar sobre el progreso en la lucha por la igualdad de género, recordando que, a pesar de las diferencias, las mujeres enfrentan desafíos similares.
Estar unidas ese día y más allá, fortalece la solidaridad entre mujeres, permitiendo un impacto más significativo en la defensa de la igualdad y la superación de cuestiones críticas como la violencia de género y la discriminación laboral. Todas deberíamos interesarnos en otras mujeres, ya que a lo largo de la historia, mujeres valientes han allanado el camino, desde el derecho al voto hasta luchar por los derechos y libertades que nos corresponden, inspirándonos a construir un futuro mejor juntas y abriendo camino a las que vienen.