¿Qué significa el color morado en la lucha feminista?
Todas hemos visto que en las manifestaciones feministas las mujeres suelen usar ropa, pancartas, pañuelos, banderas, maquillaje y otros objetos morados, púrpuras o violetas, tanto así que asociamos el color con el movimiento, pero ¿qué significa y por qué lo relacionamos con el feminismo?
Son varias las teorías que intentan explicarlo. Algunas personas dicen que el morado se obtiene de la mezcla entre el azul y el rosa, dos colores que generalmente asociamos con los géneros masculino y femenino, pero otras lo vinculan con un hecho histórico que ocurrió hace más de 100 años.
La lucha de las mujeres neoyorquinas
A finales del siglo XVIII, en una época que se distinguía por los avances industriales, comenzaron a tomar fuerza los movimientos de la población obrera que demandaban mejores condiciones de trabajo y de vida. Este era el caso de las mujeres neoyorquinas, quienes exigían una mejor paga y mayor seguridad.
El 25 de marzo de 1911, en la fábrica textil Triangle Waist Co., hubo un incendio. No se sabe qué lo causó, pero se cree que fue por culpa de una chispa que se generó en la maquinaría que se usaba para coser, de acuerdo con National Geographic. El problema fue que dentro se encontraban decenas de trabajadoras que no pudieron salir, pues el edificio estaba cerrado ―era normal que los dueños las dejaran encerradas para asegurarse de que cumplirían con su trabajo―.
Más de 140 mujeres murieron y 70 quedaron gravemente heridas. Se dice que el humo que salía del edificio podía verse desde la ciudad y era morado debido a los tejidos que se usaban para fabricar camisas. Desde ese momento el color se convirtió en un símbolo de la situación tan injusta y desigual en la que vivían muchas mujeres.
Las mujeres inglesas
En la década de 1900 las sufragistas en Inglaterra que buscaban el derecho de las mujeres al voto llegaron a utilizar el morado, además del blanco y el verde como colores reivindicativos y vinculados a la lucha feminista.
La activista británica Emmeline Pethick decía: “El violeta, color de los soberanos, simboliza la sangre real que corre por las venas de cada luchadora por el derecho al voto, simboliza su conciencia de la libertad y la dignidad. El blanco simboliza la honradez en la vida privada y en la vida política. Y el verde simboliza la esperanza en un nuevo comienzo”.
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