El papanicolaou o citología cervical no debe doler. Es incómodo y molesto, pero nunca debe causar un dolor intolerable. Desgraciadamente sí es frecuente que pase y es una de las causas por las cuales las mujeres dejan de acudir a realizarlo. Lo primero que quiero enfatizar es que no es tu culpa sentir dolor.
Cuando era estudiante y rotaba en un centro de salud, me tocó presenciar la toma de un papanicolaou por parte de una enfermera. La paciente se quejaba de dolor y la enfermera la regañaba diciéndole que era su culpa por no relajarse. Mi primer pensamiento fue que la mujer no era masoquista para querer sentir dolor, pero definitivamente lo estaba padeciendo.
Fue hasta la residencia de Ginecología donde supe lo que era el vaginismo: una afección donde los músculos que rodean la entrada de la vagina se tensan de manera involuntaria, lo que hace que la penetración sea imposible o dolorosamente incómoda. Yo estoy segura que las pacientes que sufren con el papanicolaou tienen mayor probabilidad de tener una vida sexual dolorosa.
Se ha observado que esta contracción anormal es secundaria a la hiperexitación del sistema límbico (una parte del cerebro). A veces puede ser primaria (que es cuando siempre lo has tenido) o secundaria (cuando no lo tenías y ahora sí y es frecuente en pacientes con estrés post traumático).
Esta condición no se resuelve echándole ganas. Es importante la ayuda de una fisioterapeuta. Por cierto, el 5 de julio, el Día Nacional del Fisioterapeuta. Esta carrera universitaria, complementa el manejo de estas disfunciones y es importante que conozcamos su campo de trabajo. Una de sus ramas es la rehabilitación del piso pélvico.
Si tienes dolor intolerable a la penetración (ya sea vía sexual o con el papanicolaou), te cuesta trabajo ponerte la copa menstrual o los tampones, te genera ansiedad cada que tienes relaciones sexuales por sentir que tu vagina es muy estrecha, requieres la valoración de un fisioterapeuta del piso pélvico.
Es importante recalcar que no es tu culpa sentir dolor y que hay soluciones para ello. Es sumamente violento regañar a una paciente porque los músculos se le contraen de forma involuntaria. Una técnica que ayuda mucho después de la rehabilitación es que la paciente se ponga el espejo vaginal o si prefiere que intente pegar la espalda baja y glúteos lo más que se pueda a la mesa para aumentar la relajación
Así como hay psiquiatras para la depresión, endocrinólogos para el hipotiroidismo, cardiólogos para personas hipertensas y dermatólogas para el acné, las especialistas del piso pélvico (uroginecólogas y fisioterapeutas) tienen el conocimiento y la disposición de mejorar tu calidad de vida. Nunca más papanicoloaous con dolor.