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¿Los reels sobre “ser mujer de alto valor” realmente suman?

Los reels sobre ser mujer de alto valor realmente suman

 

¿Qué busca decirnos este tipo de contenido?

En menos de una semana he visto una cantidad casi increíble de reels sobre “cómo convertirse en una mujer de valor”. La verdad es que no pude evitar pensar en Jane Austen, en sus obras más conocidas como Orgullo y Prejuicio o Sensatez y Sentimiento, y la ahora divertida serie Bridgerton basada en los libros de Julia Quinn. 

Ambas escritoras nos sitúan en la época de la regencia de la antigua Gran Bretaña, donde era constante el escrutinio público y se creaban reglas de etiqueta y donde se podía leer “la dama de la época debía saber tocar por lo menos un instrumento, hablar dos idiomas más que estuvieran de moda, llevar las ropas con las mejores telas, saber bordar con las técnicas más reconocidas además de poder pintar bellos detalles que serían talismanes para su futuro esposo”.

Ahora, el contenido de “cómo ser una mujer de valor” incluye: desarrollo personal, autoconocimiento, autocuidado, empatía, respeto, sentido de propósito, integridad, honestidad y por si fuera poco mostrar que eres todo esto al mismo tiempo que te muestras una actitud “chill” ante la vida, sin complicaciones. Porque, ¿a quién le gusta una mujer que se queja o se preocupa demasiado?

Ah, se me olvidaba, una mujer de valor también debe tener relaciones saludables, después de todo son la tarjeta de presentación en la que se anotarán los hombres de los interesados en conocerla.

211 años después de la época de Regencia y una mujer debe seguir mostrando que es de valor por todas las monerías que aprende y realiza. 

Si bien la lista que ahora sacan en reels toma en cuenta la empatía o el autocuidado, lo cierto es que el enfoque del contenido sigue cayendo en poner el ser elegida como el objetivo aunado a la supuesta recompensa de encontrar “un buen amor”.

La verdad es que es un poco difícil, ¿no? Todas alguna vez hemos caído en la trampa de dudar si lo hacemos realmente por y para nosotras, o si hay alguien más que ojalá volteé a ver las mujeres de “alto valor” que somos.

Me parece que es importante cuestionarnos desde qué lugares y con qué objetivos trabajamos tanto en nuestro desarrollo personal, así como la manera en la procuramos nuestro autocuidado.

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