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Tener una mujer presidenta no garantiza políticas de género

Tener una mujer presidenta no garantiza políticas de género

 

Ser mujer no es sinónimo de ser feminista

Recuerdo que hace como cinco años vi una vacante de coordinadora de comunicación con perspectiva de género. En ese entonces creía que solo por ser mujer podría tomar las decisiones editoriales necesarias para el puesto (sí, todas tenemos nuestro proceso). Obviamente no fue así, y por supuesto que no cumplí con el perfil de la vacante.

Ya sé que el espacio presidencial que podría ocupar Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez o Jorge Álvarez Máynez (con menos probabilidades, según las encuestas) a partir del 1 de diciembre de 2024 no exige explícitamente que la persona que lo ocupe sepa de perspectiva de género* (aunque debería), pero me parece relevante que al menos tengamos claridad de lo que las candidatas presidenciales nos pueden ofrecer (o no) a las mexicanas.

Lo primero que hay que puntualizar es que el hecho de que Claudia y Xóchitl (en quienes me centraré por tener más probabilidades de ganar) sean mujeres no garantiza que, como lo adelanté en el título de este texto, sus propuestas de campaña y sus intenciones reales estén pensadas con perspectiva de género.

Eso significa que en cada propuesta electoral las candidatas deberían considerar las desventajas en las que nos encontramos las mujeres en distintos ámbitos (educación, salud, economía, trabajo, social, etc.) para proponer políticas públicas que nivelen la balanza entre géneros.

Por ejemplo, las mujeres necesitamos no sufrir discriminación laboral por embarazarnos, cuartos de lactancia en el trabajo, salario igual a trabajo igual, derecho a una vida libre de violencia, derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo, y un largo etcétera que no es igual a las necesidades de los hombres.

¿Qué tiene que ver el feminismo?

Es que de eso también va el feminismo, ese movimiento social que busca la igualdad de género y que cuestiona el sistema patriarcal que nos pone en desventaja (en distintos aspectos de la vida) frente a los hombres, solo por ser mujeres.

¿Las candidatas presidenciales son feministas?

Tanto Sheinbaum como Gálvez han dado declaraciones (o votaciones) con las que se les ha relacionado con el movimiento feminista; sin embargo, también han opinado en contra de algunos derechos de las mujeres.

Sheinbaum, por ejemplo, creó 27 unidades de Atención y Prevención a la Violencia de Género. Durante su administración se emitió la Declaratoria de Alerta por Violencia contra las Mujeres en la Ciudad de México y se creó la Unidad Especializada de Género en la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

Es más, Claudia se ha declarado feminista; pero fue criticada por llamar “clasistas y racistas” al grupo de feministas que se opusieron a la colocación de la escultura de La Joven de Amajac en lo que antes era la Glorieta de Colón, pues ya se trataba de la Glorieta de las Mujeres que Luchan.

Durante la administración de la exjefa de Gobierno, también se criminalizó a mujeres manifestantes en diversas marchas, muchas de ellas fueron encapsuladas y reprimidas con gas pimienta (lo que contraviene los estándares internacionales de derechos humanos).

Por su parte, Gálvez, como senadora, presentó iniciativas para prevenir y sancionar el hostigamiento y el acoso sexual en el ámbito administrativo del sector público, y otra para impulsar la paridad de género en las candidaturas para las gubernaturas y la jefatura de gobierno de la CDMX.

Sin embargo, cuando se le ha preguntado su postura frente al aborto ha negado pronunciarse al respecto o ha dicho que respeta las diferentes posturas, a pesar de que en el pasado había dicho estar a favor del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.

Este viernes 1 de marzo arrancan las campañas presidenciales, el camino para muy probablemente contar con la primera mujer presidenta de México, y con ello la primera de Norteamérica; un beneficio del que podría gozar Claudia o Xóchitl gracias a la lucha histórica de las feministas.

Esperemos que las candidatas no utilicen la bandera del feminismo sin realmente demostrar que les preocupan nuestros derechos y necesidades.

 

*Perspectiva de género: De acuerdo con la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, la perspectiva de género se refiere a la metodología y los mecanismos que permiten identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres, que se pretende justificar con base en las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, así como las acciones que deben emprenderse para actuar sobre los factores de género y crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género.

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