En un mundo en el que la productividad y la exigencia laboral parecen no tener límites, el ‘burnout’ se ha convertido en una preocupación que crece cada vez más. Este síndrome, reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un fenómeno asociado al trabajo, es un estado de agotamiento físico, mental y emocional que puede afectar la calidad de vida y la salud de quienes lo padecen.
El burnout o síndrome de desgaste profesional surge cuando el estrés laboral es crónico y no se maneja adecuadamente. Aunque puede afectar a cualquier persona, suele presentarse con más frecuencia en quienes trabajan en ambientes de alta presión, con largas jornadas y poca autonomía sobre sus tareas. Se manifiesta especialmente en profesiones con una alta carga emocional, como la salud, la educación o el sector corporativo.
Si te sientes constantemente cansada o desmotivada con tu trabajo, es posible que estés experimentando burnout. Algunos síntomas clave incluyen:
Si identificas algunas de estas señales en tu día a día, es importante tomar medidas para evitar que el agotamiento afecte aún más tu bienestar. Algunas estrategias que pueden ayudar incluyen:
El burnout no es una simple “mala racha”, sino una condición seria que puede afectar tu desempeño y bienestar. Si sientes que el estrés laboral te está superando, es momento de hacer una pausa, reevaluar tu situación y buscar estrategias para recuperar tu energía y motivación.