Junio, conocido como el mes del Orgullo LGBTQ+, es el momento del año en el que más observamos información y muestras de empatía hacia la comunidad, sin embargo, hay momentos en los que parece absurdo que se deba hacer un reel, post o tiktok explicando, ¿por qué debe existir la concientización sobre el tema? Y es que aún podemos encontrarnos con personas que cuestionan la existencia de orientaciones sexuales e identidades de género diversas.
En general, las teorías de disciplinas como el socialismo, la medicina, la filosofía y la psicología presentan un reto muy enredado cuando se trata de rastrear las precisiones de cómo fue evolucionando la conceptualización de sexo, género, roles de género, identidad de género y orientación sexual.
Recordemos que en los años 60 los términos sexo y género se usaban de forma indistinta, solo se hacía referencia a las características fisiológicas de las personas, lo que equivalía a una idea de un mundo simplemente dual: “hombre” o “mujer”, “femenino” o “masculino”.
Lo curioso fue que cinco años antes de 1960, el psicólogo e investigador John Money propuso el término gender role o rol de género, con el cuál buscaba agregar en la consciencia de las personas que la identidad de género no estaba determinada por los órganos sexuales con los que cada quien nacía, sino por la forma en la que la sociedad estimulara a las personas.
Pero… ¿qué provocó esto? Que las personas siguieran la idea de que “los niños visten de azul y las niñas visten de rosa” o “las niñas juegan con muñecas y los niños con carritos”. Bajo la lógica de restringir ciertas actividades para cada sexo muchas personas han castigado comportamientos “anormales”. En muchos casos sigue siendo terrible cuando los padres encuentran a sus hijos varones usando vestidos.
Por su parte, Judith Butler, filósofa y académica sobre estudios de género, menciona que un cuerpo humano está construido socialmente y que todo alrededor de la identidad es un constructo social. Esto no es la verdad absoluta ni lo que le da la razón a quienes dicen que naces siendo mujer y debes morir siendo mujer.
Pero, más allá de las teorías y las expectativas sociales, es y seguirá siendo necesaria la información sobre la identidad de género, orientación sexual y prácticas sexuales, sobre todo aprender desde lo que las personas que son parte de la comunidad LGBTQ+ puedan y quieran narrar y compartir.