Cuidado ginecológico en mujeres lesbianas
Las minorías sexuales merecen un abordaje específico
Es alarmante que el conocimiento respecto a cuidados de la salud en mujeres que pertenecen a minorías sexuales se haya acumulado desde hace apenas tres décadas. Por ende, como doctoras sabemos que la atención integral basada en evidencia y efectiva para este grupo de mujeres tiene un largo camino que recorrer.
De acuerdo con diferentes estadísticas, el 50 % de las lesbianas no acuden a chequeos anuales y quienes lo hacen en su mayoría es por algún síntoma. Además, al compararlas con heterosexuales, las lesbianas suelen realizarse menos la citología cervical (conocida como Papanicolaou).
Se estima que el 80 % del personal de salud no pregunta sobre la orientación sexual por miedo a ofender a la paciente. Esto puede causar una barrera para una adecuada valoración que incluye diagnóstico de infecciones de transmisión sexual, prevención de embarazo no deseado (en mujeres bisexuales) o disfunciones sexuales.
Respecto a las infecciones vaginales, la vaginosis bacteriana históricamente se ha manejado como una infección que no es de transmisión sexual (ITS), sin embargo, se ha descrito que es mucho más frecuente en mujeres que han tenido sexo con mujeres que en quienes no lo han hecho nunca
Sabemos que prácticamente todas las personas vamos a tener una infección por VPH, pero erróneamente se cree que las lesbianas no lo portan. La prevalencia de esta infección es de 13% en la población general, pero es hasta del 24.5% en mujeres bisexuales y del 6.1% en mujeres lesbianas por lo que la citología cervical se debe hacer siempre en todas las mujeres.
Otra ITS frecuente es la clamidia (una de las causas de enfermedad pélvica inflamatoria). La prevalencia en mujeres heterosexuales es de 5.3 %, pero en mujeres lesbianas y bisexuales es del 7.1 %, por lo que es importante sospecharlo para poder pedir estudios pertinentes para la detección como el antígeno para clamidia (se toma de la misma forma que un Papanicolaou).
Las recomendaciones ginecológicas que suelo dar para mujeres que tienen sexo con mujeres son usar una barrera de protección para evitar el contacto con fluidos, usar condones en juguetes sexuales, evitar el contacto con la sangre y lesiones genitales, tener las vacunas de VPH y hacerse con regularidad pruebas de ITS.
Es cierto que las lesbianas y bisexuales tienen mayor riesgo de estigma y discriminación que las han obligado a alejarse de los servicios de salud. Esta es la razón por la cual se ha promovido la auto toma de Papanicolaou y pruebas de ITS, y aunque la tasa de detección es menor, es la única opción cuando existe estrés postraumático en estas minorías sexuales.
Es nuestra obligación como doctoras prestar mayor atención al manejo ginecológico en lesbianas. Por ejemplo, algunas pueden tener síndrome de ovario poliquístico y menstruar de forma irregular. Como no tienen vida sexual con hombres y la posibilidad de embarazo es nula, erróneamente se cree que este síntoma no tiene importancia, sin embargo, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiometabólicas
Nos falta mucho camino por recorrer en el manejo de este grupo, empezando por la educación médica y terminando por la necesidad de cambiar estigmas y falsas creencias del personal de salud. Fomentar una atención de la salud libre de estigmas es la única forma de llegar a esta población.
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