La paridad de género en las cámaras legislativas de México ha sido un avance significativo en la búsqueda de una representación política equitativa. Tanto la Cámara de Diputados como el Senado ha implementado medidas para garantizar la participación igualitaria de hombres y mujeres en el ámbito político del país.
Desde 2014, en la Constitución se establece que los partidos políticos deben procurar la paridad entre los géneros al momento de integrar y postular a sus candidatos y candidatas a los cargos de elección popular, ya que esto permite que las mujeres tengan una representación importante a la hora de proponer mejoras en el país.
Legislaturas que hicieron historia
La LXV Legislatura (2021-2024) en la Cámara de Diputados se instauró como la más paritaria en la historia del país porque el 50% estuvo conformada por mujeres, es decir, de los 500 puestos, 250 fueron ocupados por mujeres; además, se le conoció como la “Legislatura de la Paridad, la Inclusión y la Diversidad”.
En la LXVI Legislatura (2024-2027) se reafirmó el compromiso en la materia, con la participación de 251 mujeres que, se espera, trabajen a favor de los derechos de las mujeres y las niñas, por la igualdad sustantiva y hacia una vida libre de violencia.
En el periodo actual, la Cámara mantiene su responsabilidad con la inclusión, porque entre los 500 diputados y diputadas hay representantes de grupos vulnerables: indígenas, migrantes, personas con discapacidad, personas afromexicanas y de la diversidad sexual.
El caso del Senado, que se integra por 128 participantes, no es diferente. Durante el periodo 2018-2024, el Senado también hizo historia con una representación femenina del 50.78%, es decir, 65 mujeres integraron el Senado en conjunto con 63 hombres. Actualmente, estos números se mantienen, continuando con el compromiso con las oportunidades participativas de hombres y mujeres.
¿Expectativas de la representación de mujeres?
Con el aumento de la representación de la mujer en el ámbito legislativo, es de esperarse que existan grandes expectativas sobre las iniciativas que se pueden proponer, no sólo a favor de las mujeres, sino también de otros grupos que pudieran estar en situación de vulnerabilidad. Solo queda seguir de cerca las propuestas que realicen las representantes para confirmar un cambio más significativo.
Aunque el avance en la inclusión de las mujeres en la política es evidente, resulta importante que se siga trabajando en políticas y acciones que aseguren la igualdad en número, pero también la igualdad en el poder y la influencia política que tienen las mujeres.
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