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¿Por qué no hay mujeres entre los mejores atletas pagados del mundo?

Escrito por Shelma Cerrillo Jara | 20 junio 2024

 

Lo que la Copa América me hizo reflexionar

Cada que hay un torneo deportivo internacional, me hace repensar en la cantidad estratosférica de dinero que ganan los atletas en ese tipo de competiciones y lo injusto que me parece que las mujeres con igual talento (o mejor) no se vean recompensadas de forma equitativa. Algo que, sabemos, no solo pasa en el deporte.

Hoy arranca la Copa América varonil, el torneo de futbol en el que México es invitado a participar y donde veremos al tercer deportista mejor pagado del mundo, el argentino Lionel Messi, según el top 50 de atletas mejor pagados a nivel global de la revista Forbes. El primero también es un futbolista, el portugués Cristiano Ronaldo.

Y antes de que digan “es que las mujeres no generan lo mismo que los hombres”, creo que justo eso es lo que debemos cuestionar: ¿por qué las mujeres no generamos lo mismo que los hombres? Mientras que la futbolista mejor pagada mundialmente, la australiana Sam Kerr, tiene ingresos de 513 mil dólares al año, Cristiano gana 260 millones de dólares anuales, ¡cinco veces más!

Salgamos del argumento simplista y obvio de que “no somos iguales”. Evidentemente no tenemos las mismas características físicas, pero eso no debería determinar que ellos tengan acceso a mejores oportunidades deportivas, educativas, laborales, políticas, socioculturales o económicas, que nosotras. Y eso sí puede determinar que nosotras tengamos menos probabilidades de llegar a un podio o de generar más o menos dinero.

Necesitamos que a las mujeres se nos dé el lugar que merecemos y que históricamente se nos ha negado. Es indispensable que quienes quieran ser atletas de alto rendimiento lo sean de tiempo completo y no tengan que adquirir un segundo o tercer trabajo para poder vivir dignamente de ello.

¿Qué papel juega la afición?

También hay quienes dicen que “los deportes practicados por mujeres no se consumen igual que los practicados por hombres”. Pero otra vez, ¿qué determina que la afición a un deporte, club, persona crezca? Yo diría que no solo se trata de un buen espectáculo, también de darle la misma importancia. ¿Cómo?, visibilizando el deporte con horarios y días prime time, contando las historias de ellas, ¡haciéndoles publicidad e invirtiendo de forma equitativa!

Porque qué fácil recargar la responsabilidad en las mujeres atletas, ¿no? ¿Dónde está la responsabilidad del Estado que debería invertir con equidad deportivamente? ¿Dónde está la exigencia a las directivas de cada club de futbol (en este caso) para que las condiciones médicas, deportivas y económicas sean más equitativas? ¿Dónde están los medios que le dedican el mismo espacio a las mujeres deportistas que a los hombres, y que no solo se centran en su aspecto físico?

Pero no queda ahí, a todas y todos nos toca: ¿Dónde están las escuelas, los padres y madres que apoyan e incentivan de forma igualitaria a sus hijas e hijos a realizar cualquier deporte? ¿Dónde están las marcas deportivas que colocan mujeres como referentes de alguna actividad deportiva? Y podríamos seguir…

El año pasado, la tenista estadounidense Serena Williams fue la única mujer en el top 50 de los atletas mejores pagados del mundo realizado por Forbes (sexta aparición), pero ya está retirada. Mientras que la rusa Maria Sharapova, la china Li Na y la japonesa Naomi Osaka son las únicas tres mujeres que han llegado desde 2012.