¿Por qué tengo infecciones vaginales recurrentes?
Las infecciones vaginales existen aunque nadie hable de ellas
Cuando empecé a menstruar, noté que mi calzón estaba manchado de un flujo amarillo casi todos los días. Cuando hacía mucho calor me daba un poco de comezón, pero con el pasar de los años me acostumbré. A los 27 años me di cuenta de que tenía una eversión glandular.
La eversión glandular es una variación en la anatomía del cuello uterino donde el endometrio (el tejido que menstruas) sobresale un poco por el cérvix, y el pH vaginal causa un poco de inflamación y flujo. Hay quienes no sienten nada, pero hay otras mujeres que sangran después de tener sexo o que tienen un incómodo flujo vaginal constante.
En retrospectiva, me doy cuenta que 15 años de mi vida estuve incómoda y eso acabó cuando me hice ginecóloga. Me pregunto cuántas personas no han podido hallar explicación a molestias vaginales y han llegado a optar por la automedicación al grado de usar los óvulos que promocionan en la tele varias veces al mes.
¿Qué es la vaginitis y por qué se desarrolla?
La vaginitis recurrente se diagnostica cuando tenemos tres o más episodios sintomáticos confirmados caracterizados por mal olor, irritación, flujo vaginal anormal o mal olor en un año. Las causas más frecuentes en edad reproductiva son las infecciones por cándida y la vaginosis bacteriana, aunque pueden haber otras causas infecciosas y no infecciosas.
Es muy importante saber cómo se lavan la vulva las pacientes (se debe usar jabón dermatológico y lavar entre el labio mayor y menor, nunca en la vagina), si se depilan, si usan pantiprotectores y perfumes, qué productos de gestión menstrual utilizan, etcétera.
Además, como ginecólogas debemos descartar infecciones de transmisión sexual con estudios apropiados y, lo más importante, es la exploración. Indicar óvulos sin revisar a la paciente puede causar un manejo inadecuado.
Hay veces que puede estar afectada la vulva más que la vagina o al revés, hay veces que existen úlceras por herpes que nunca van a remitir con óvulos vaginales y hay muchas veces donde se necesita un tratamiento crónico, es decir, después del manejo por una semana, usar al menos seis meses dos veces por semana el medicamento.
Cabe resaltar que aunque ya está probada la efectividad con estudios aleatorizados del manejo crónico, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) no ha aprobado su uso.
La mayoría de las guías de práctica clínica informan que no hay suficientes estudios y que se debe usar el conocimiento basado en la experiencia, ya que no hay suficiente evidencia médica.
La mala noticia es que hasta el 40% de las mujeres pueden volver a recurrir a infecciones después de suspender el tratamiento semestral. Es frustrante dado que no hay suficiente investigación sobre la salud vaginal. Nos toca seguir presionando a las científicas para abordar más este tema que por años quedó en el olvido, pero sobre todo, creerle a la paciente cuando dice que tiene molestias vaginales constantes.
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