Una de las consultas que más suelen percibir mis pacientes como urgencia, es cuando durante las relaciones sexuales no usan preservativo o se rompe y solicitan mi opinión respecto a usar o no la pastilla del día siguiente.
Como todo, ingerir cualquier sustancia tiene efectos secundarios, sin embargo, comúnmente es complicado sopesar si vale la pena ingerirla o arriesgarse a que están ovulando y se produzca un embarazo no deseado. Siempre existe el temor de que el ciclo menstrual se haga irregular, que puedan quedar infértiles o que tengan efectos secundarios.
Las pastillas del día siguiente retrasan la ovulación, es decir, descontrolan el ciclo con el objetivo de impedir un embarazo. En realidad el miedo debería radicar en quedar embarazada porque ese evento sí va a generar un cambio en tu salud a largo plazo (dos o más abortos, espontáneos o inducidos son un factor de riesgo para un infarto al corazón).
Le tememos mucho a las hormonas sintéticas porque hemos experimentado sus efectos adversos o nos han desinformado respecto al riesgo de cáncer. Existe la creencia de “estar jugando con fuego” al consumirlas y esto es solo la tergiversación de la evidencia científica o, como dicen por ahí, la verdad mal contada.
Toda sustancia que ingerimos (sea natural o sintética) puede tener efectos deseados y no deseados en el cuerpo. Lo importante cuando lo hacemos es valorar el riesgo o beneficio de consumirla. Yo suelo tener menos confianza en los medicamentos naturales porque no hay control sobre la cantidad y el efecto en el cuerpo y creemos que por ser natural es inocua. Las sustancias sintéticas suelen tener más estudios respecto a la dosis ideal o a los riesgos asociados.
Regresando a la pastilla del día siguiente, es importante recalcar que el desajuste hormonal no es permanente. Puede haber efectos hasta por tres meses siguientes, aunque la gran mayoría tendrán el siguiente ciclo normal. La decisión de tomarla o no también tiene que ver con la forma de ser de cada quien y lo que le de tranquilidad.
Por ejemplo, si yo tuviera relaciones sexuales en un día con poca probabilidad de estar ovulando, no me la tomaría. Me da tranquilidad la estadística de que es poco probable que me embarace, pero en Latinoamérica la incidencia de síndrome de ovario poliquístico es alta, lo que significa que estas mujeres pueden ovular cualquier día y por ende la estadística no les servirá de mucho.
Alguien que ha abortado puede saber ya lo que significa el proceso. Primero el dolor físico, en algunas el emocional, en otras el gasto económico y, en algunas, todas las anteriores. Al haber vivido lo que implica un embarazo, es más probable que tomen la pastilla ante cualquier riesgo. Solo recuerden que la pastilla es por cada relación sexual sin protección (o sea, si te tomas una no significa que estés protegida todo el mes).
No hay razón médica para dudar en tomar la pastilla. Como doctora, si me preguntan si vale la pena tomarla, siempre les voy a contestar que sí. Vale más que se desajuste la menstruación, que se sientan cansadas, con dolor de mamas o de cabeza, con náusea, etcétera, a lo que significa física y emocionalmente un embarazo no deseado.
El único consejo que siempre les doy es que tengan a la mano una pastilla del día siguiente. Entre más rápido la tomes después de la relación sexual, mayor probabilidad de retrasar la ovulación e impedir un embarazo no deseado. Si empieza a pasar el tiempo, lo que más te recomiendo es que acudas con tu gine de confianza a ponerte un DIU de cobre. No tiene hormonas y actualmente es el método de emergencia con mayor efectividad.