El embarazo no significa felicidad absoluta en todas
Cada mujer vive su embarazo de forma diferente
Desde que somos niñas, nos inculcan que el embarazo y la crianza son preciosas. Se describe como un milagro, como una bendición e incluso como el mayor amor que puede existir. Es normal porque a esa edad no puedes explicar que la propia gestación pone en riesgo la vida materna.
La mayoría de los embarazos no son planeados. De estos unos son deseados y otros no. Cada quien decide lo que cree que es mejor para una. Incluso los que son planeados y deseados pueden ser atravesados por problemas físicos, psicológicos, económicos, sociales, etc.
El problema radica en que se intenta vender el concepto de absoluta felicidad en el embarazo. No puedes hablar de miedos, enojos, tristeza o angustia porque automáticamente te detienen con un “le hace mal al bebé”. Ya no puedes expresarte con libertad porque creen que eso significa que dañes a tu hija.
Cuando eres obstetra entiendes que no todas las embarazadas viven esa felicidad que tanto se proclama. Muchas están en relaciones violentas, en trabajos esclavizantes, en familias disfuncionales, cruzando enfermedades propias o de cercanos que generan estrés y que las hacen relacionarse de forma diferente con su embarazo
Una vez, ya embarazada, se me ocurrió decir en redes sociales que me gustaba vivir el presente y que me genera ansiedad hacer planes a futuro así que limito ilusiones y compras para la futura bebé. Expliqué que como doctora, sé que el resultado final puede ser bueno o malo así que disfruto el día de hoy sin emocionarme por el día de mañana
Automáticamente mis mensajes personales se llenaron de “enamórate de tu hija”, ”tu date y disfruta”, “no decretes que pase algo malo”, ”todo va a salir bien”. Quiero decirles que sus deseos no aseguran el futuro, y que pase lo que pase, quien tendrá que salir adelante soy yo, y si esta forma de vivir mi embarazo me da paz, deberían respetarlo.
Me encanta cuando me dicen “que todo salga bien” porque me transmiten su amor y buenos deseos. Me gusta cuando hablo de mis miedos y me abrazan sin el típico “no pienses en eso”. Me siento importante cuando en lugar de preguntarme ¿cómo está la bebé? (que solo puedo responder “viva”) me preguntan por mi.
Hay quienes experimentan enojo en su embarazo por sentirse un estuche del deseado bebé, hay quienes viven depresión en el embarazo, otras sienten angustia o malestares físicos y hay quienes no les nace cantarle a su panza o hacerles fiesta de bienvenida a sus bebés. También eso está bien. Lo que a cada una le nazca hacer está bien.
Con este texto, quiero validar todas las formas de vivir el embarazo. Desde las que se ilusionan y comentan la noticia a todos con la prueba positiva, hasta las que prefieren mantener la información reservada hasta que no quede de otra. La forma en que llevas tu embarazo no te hace mejor o peor mamá. La forma en que trates a una embarazada en cambio, si va a repercutir en su recuerdos de esta etapa toda la vida.
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