Retiros de masculinidad: ¿Sirven de algo?
Reafirmar comportamientos machistas no sirve para vivir mejor en sociedad
¿Te topaste en redes sociales con el video en el que se observa un grupo de hombres llorando mientras son sostenidos por otros varones en una piscina? Si no, aquí te cuento que varios usuarios en X y TikTok señalaron que se trata de un retiro en el que los asistentes pagan 10 mil dólares (alrededor de 180 mil pesos mexicanos) para reafirmar su masculinidad.
Antes de seguir, hay que decir que “la masculinidad se define como el conjunto de atributos, valores, comportamientos y conductas que son característicos del hombre en una sociedad determinada”, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos. ¿Y cómo nos han enseñado que se ve y se comporta un hombre? Seguro no te vino a la cabeza la imagen de tu papá, hermano, amigo o pareja masculina sollozando.
Pero si los retiros de masculinidad ayudan a los hombres a entender que mostrarse vulnerables no los hace menos masculinos, bien ahí. De entrada pensaría que puede ser un primer paso para quienes están dispuestos a deconstruirse y trabajar con sus emociones con más libertad, sin sentirse juzgados. Pero, ¿y si solo se queda ahí? Ni la soltada de lana…
Seguro que de algo les servirá hacer catarsis, sentirse escuchados y comprendidos por hombres que han pasado por problemáticas similares a las suyas, pero veo difícil que un retiro les permita a los hombres deshacerse de su machismo. De poco o nada servirá si en su día a día no se quitan la máscara del hombre fuerte que no llora, que parece no sentir y que actúa con violencia.
¿Por qué han surgido espacios de liberación para los hombres?
Se han criticado tanto las masculinidades hegemónicas que ya hay quienes han tomado consciencia de ello y han intentado trabajar en su deconstrucción; pero al estar rodeados de señalamientos machistas, raramente llegan a aplicarlo en sus círculos sociales. Por eso algunos eligen trabajarlo en un grupo seguro y libre de prejuicios. Pero insisto, si no lo interiorizan ni lo viven realmente, no sirve de mucho.
En contraste, han surgido espacios de hombres que promueven mensajes discriminatorios hacia las mujeres, como el del influencer Luis Castillejas, “El Temach”, quien fue criticado por realizar una especie de retiro en el que parece bautizar a sus fans como “machos alfa”.
Acá el conflicto es que el youtuber da consejos conservadores a los hombres para relacionarse con las mujeres, basándose en estereotipos de género y fomentando una guerra de sexos.
El otro problema… ¿Por qué a la gente le cuesta tanto trabajo ver hombres llorar o abrazarse semidesnudos?
La mayoría de los comentarios del video en el que se ve a los hombres en ropa interior, llorando desconsoladamente, son homófobos, una muestra de que seguimos viviendo en un mundo machista en el que la gente se burla de los hombres que lloran en público, de quienes demuestran afecto hacia los otros de su mismo sexo y a quienes pretenden ofender llamándoles “niñas”, “maricones”, “gays” u “homosexuales”.
Tener otra preferencia sexual no debería ser una ofensa. Ser niña o mujer no debería ser una ofensa. Y demostrarse amor entre personas del mismo sexo, tampoco.
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