Las niñas y la menstruación
La menstruación no te hace “mujercita”
No recuerdo la fecha exacta, pero sí la pequeña mancha roja sobre mi calzón un lunes en la secundaria. Una amiga me esperaba en los lavabos del baño y me preguntó si estaba bien. Le contesté emocionada que sí, y me prometí no olvidar la edad en la que tuve por primera vez la menstruación: a mis 11 años.
Cuando mi mamá pasó por mí y le conté, me felicitó. Me dijo que ya era una “mujercita”. Yo me vi en un espejo y no noté diferencia respecto al día anterior. Pasamos al super y elegí las toallas más llamativas. Noté que en lugar de darme una bolsa de plástico, la metieron en un papel de estraza café. No entendí la razón dado que no me parecía algo privado o vergonzoso.
Con el pasar del tiempo este tema de menstruar mes con mes me empezó a desesperar. Para empezar, detestaba tener que cambiarme constantemente porque mi flujo era abundante y yo era olvidadiza, por lo que varias veces me manché; recuerdo haber pasado momentos de vergüenza cuando me decían “estás manchada” con un tono de entre lástima y asco.
En otra ocasión dije con mucha naturalidad frente a mis compañeras y compañeros de salón que estaba menstruando y me voltearon a ver con una cara de sorpresa. Poco a poco me fui uniendo a decir “ya me visitó Andrés, el que llega cada mes”, en lugar de nombrar adecuadamente un proceso natural.
Siempre me ha gustado el agua, pero cuando era niña me fascinaba y fue muy frustrante tener que perder esa experiencia cuando la menstruación se cruzaba con un viaje. Recuerdo el calor, el roce de la toalla, los cólicos, ver a mis compañeras jugar y yo tener que estar sentada y envidiando a las niñas que aún no menstruaban.
Por todo esto, les aseguro que la menstruación no significa que te hagas mujer. Las niñas menstrúan, pero esos primeros años, el sistema reproductor femenino es totalmente inmaduro. Cambiar la visión y hacer más amigable este proceso es la mejor vía para que esta transición no sea traumática. Recuerdo llorar de frustración en las noches y agradecer el último día del sangrado porque ya podía volver a mi vida normal.
Además de normalizar que la menstruación es un proceso natural, debemos seguir buscando alternativas para la gestión menstrual (no higiene menstrual, dado que no hay suciedad) como los calzones menstruales para niñas y trajes de baño para la menstruación.
Cuando las niñas menstrúan, debemos explicar que es el inicio de un largo camino hacia la madurez, pero que no significa que ya no sean niñas ni que deban perder las grandes experiencias de la infancia.
Comenta, comparte, conecta