La importancia de tu marca personal
Más que una etiqueta
Cuando hablo de tu marca personal no me refiero solamente a la forma en la que te presentas en el mundo digital o en el trabajo, sino también a quién eres y cómo te perciben los demás en los diferentes contextos en los que vivimos. Y es que este concepto dejó de ser exclusivo de celebridades o personas públicas y se convirtió en una herramienta fundamental para cualquiera.
Me di cuenta de lo importante que es construir una marca personal estas últimas semanas, mientras buscaba cubrir una vacante en mi equipo de trabajo. El mundo está lleno de mujeres talentosísimas y con grandes habilidades técnicas, pero un factor clave al menos para mí, es el humano.
De nada te sirve ser una mujer inteligente, si los conocimientos están mal enfocados. Si no tienes consideración en la forma de tratar a los demás o si la gente tiene miedo de acercarse a preguntarte cosas simples porque en lugar de enseñar, señalas o exhibes. Todas queremos estar rodeadas de personas que sepan lo que hacen, pero también de gente auténtica, confiable y capaz de agregarnos valor.
Me gusta creer que nuestra marca personal es el legado que dejamos en el mundo, tal vez a menor escala en nuestra familia o con nuestros amigos y sin duda importa, porque puede abrirte puertas, oportunidades y ayudarte a crear conexiones significativas
No se trata de vivir pendientes del “qué dirán”, se trata de mantenerte fiel a tu esencia, personalidad y creencias, sabiendo que tu presencia tiene un impacto positivo en cualquier lugar y contexto. Porque, ¿qué sucede cuando una marca personal es negativa? Creo que en términos simples, puede llegar a dificultar que alcances objetivos no solo personales sino profesionales.
¿Qué podemos hacer para construir una marca personal positiva? Primero tener muy claro cuáles son tus fortalezas, debilidades y valores fundamentales, para poder ser congruente en tu manera de ser y actuar. Y después, un gran ejercicio es preguntarle a las personas que te quieren y en quienes confías cómo te perciben, sabiendo que las respuestas vienen desde un lugar positivo, de cuidado y de respeto.
Vayamos por la vida teniendo en cuenta, que no somos una sola cosa, que no hay “algo” que nos define totalmente. Somos la suma total de nuestras acciones, valores, creencias y percepciones.
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