La vara por la que se mide una buena vida
¿Cómo se determina que estás viviendo bien?
¿Has pensado alguna vez si la vida que tienes es “buena” o si has vivido conforme lo imaginaste? Los seres humanos tenemos una constante necesidad de evaluar si hemos tenido o no una “buena vida”, de ahí que siempre estemos tratando de ser más de lo que somos o que tengamos esta sensación de que nada es suficiente.
Brianna Wiest, una escritora y poeta estadounidense, explica en su libro 101 Reflexiones que cambiarán tu forma de pensar, que una manera de determinar si tienes o no una buena vida consiste en observar el grado en que sigues queriendo cambiarla. ¡Qué fuerte!
Pero también sabemos que esto es completamente subjetivo y que nada tiene qué ver con lo material. De hecho, quise hacer este ejercicio a través de mi Instagram, para confirmar que las respuestas no están relacionadas con el dinero, los bienes o con todo aquello que podríamos considerar que nos da una vida soñada.
¿Cómo “mides” o cómo sabes que has tenido una buena vida? “Mi forma de medirlo es por la cantidad de metas que he cumplido”, “Es triste, pero sé que he tenido buena vida cuando la comparo con la de otras personas”, “Sé que tengo una buena vida porque duermo muy tranquila”, “Porque pienso en mi niñez y sonrío”, “Por el amor que le tengo a mi familia”, “Por los recuerdos que atesoro y los que faltan por llegar”, “Por mi paz y satisfacción interna”, “Porque tengo una red de apoyo y no tengo que afrontar sola mis problemas”, “Porque no me he quedado con ganas de nada”, “Porque aún no creo muchas cosas que ya he vivido y me hacen sonreír”.
Entonces el parámetro es individual, pero todas las respuestas tienen algo en común: un sentimiento general de bienestar. Personalmente, aseguro que he tenido una buena vida porque nunca me he despertado sintiendo o deseando querer ser alguien más, con todo lo que eso implique.
Dentro del mismo libro de Wiest, leí un párrafo que bien podría resumir todo lo que trato de explicar y que esperaría que logre entusiasmar a cualquier persona que lo lea:
“Una buena vida se mide por el número de cafés que te has tomado mientras charlabas de cosas divertidas y serias, dolorosas y hermosas, por lo lejos que llega tu empatía; por el número de largos paseos que has dado sin compañía, pero también por el número de veces en que has pasado a ser una mejor persona que antes, y por las tantas maneras en que te gustaría ser aún mejor en el futuro”.
Una buena vida no es quizá el resultado total, sino la suma de todo lo que se va acumulando en el camino, hasta donde sea que este llegue.
Comenta, comparte, conecta ...