Mi Imperio Romano
¿Qué es eso que ocupa gran parte de tus pensamientos desde hace mucho tiempo?
Hay un trend que se hizo popular en TikTok en el que muchas mujeres les preguntan a sus novios con qué frecuencia piensan en, literal, el Imperio Romano. Lo que llamó la atención fue que prácticamente todos los hombres contestaban que al menos unas cuatro veces por semana.
Después de ver estos videos y escuchar un podcast que hablaba sobre lo curioso del caso, pensé en mi “Imperio Romano”, es decir, aquello que constantemente está en mi cabeza, cada semana. Fue un shock darme cuenta de la cantidad de tiempo que dedico a "rumiar" sobre lo mismo y sobre todo, desde hace años. Claro que tengo varios temas, pero lo que drena mi energía de forma constante es preguntarme si el punto de mi vida en el que me encuentro, es en realidad donde quiero estar. Ahora más que nunca hago consciente (gracias a la terapia) que tanto la autoexigencia como el autocuestionamiento excesivos, impiden disfrutar y agradecer por lo que sí hay, sí tengo y sí funciona.
Algo importante es que estos pensamientos pueden ser positivos o negativos. Por ejemplo, puede que para una mamá primeriza, su Imperio Romano, sea su bebé. Para alguien con una enfermedad crónica, seguramente será su salud. Espero que mientras estás leyendo esta columna, venga a tu mente ese pensamiento que nomás no sueltas y que hagas consciente la energía que le estás dedicando, sobre todo si tiende a ser algo negativo o preocupante.
En el podcast que escuché, una de las chicas contaba que su Imperio Romano es el peso, que desde que tiene memoria, piensa en ser delgada todo el tiempo, lo feliz que vivirá cuando le quede su ropa, lo que sí puede o no comer y la cantidad de cosas que hará cuando “por fin”, tenga “el cuerpo que siempre ha querido”. Imagínate la cantidad de cosas que se ha perdido por tener en su cabeza que su cuerpo no es suficiente, que no es bonito o que no es perfecto.
Dedicar demasiado tiempo a pensar en una sola cosa puede ofrecer claridad y enfoque, pero también conlleva riesgos. Las ventajas incluyen soluciones creativas y comprensión profunda. Sin embargo, sobrepensar puede causar ansiedad, insomnio y agotamiento mental.
La sobreexposición a un tema puede generar un ciclo de pensamientos negativos, obsesiones y preocupaciones, afectando nuestra calidad de vida y nuestras relaciones personales. Además, puede provocar dificultades para concentrarse en otras tareas y reducir la productividad. ¿Tienes claro cuál es tu Imperio Romano y si vale la pena dedicarle tanto tiempo de vida?
Comenta, comparte, conecta ...