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Pequeños propósitos que sí podemos cumplir

Escrito por Alexis Alanís Gómez | 16 diciembre 2024

Lo que se ve insignificante termina generando gran impacto

Si algo tiene el inicio de un nuevo año es que viene cargado de esa energía que nos hace soñar en grande y nos invita a renovarnos a la par. Enero llega como ese lienzo en blanco donde imaginamos nuevas versiones de nosotras mismas: la que por fin irá al gimnasio cinco veces a la semana, la que aprenderá a cocinar comida japonesa desde cero o la que, milagrosamente, logrará despertarse todos los días a las cinco de la mañana para meditar al amanecer. ¿Te suena?

Pero, siendo sinceras, ¿cuántas de esas metas sobreviven más allá de la segunda semana de enero? Yo misma he sido parte de este ciclo. Año tras año, con la lista de propósitos escrita en una libreta bonita, solo para descubrir que el entusiasmo inicial se diluye rápidamente bajo el peso de la rutina.Es entonces cuando surge la pregunta: ¿por qué nos empeñamos en ponernos metas tan altas y, muchas veces, inalcanzables? Este 2025 quiero invitarte a probar algo diferente: pequeños propósitos que sí podemos cumplir.

Hablemos de metas pequeñas, pero llenas de significado. En lugar de proponerte "leer 50 libros en el año", ¿qué tal si te propones leer 10 minutos antes de dormir? Es un cambio pequeño, pero efectivo. Si tu propósito es "comer más saludable", empieza con algo manejable, como agregar una fruta extra a tu desayuno o reducir un poco el azúcar en tu café.

Ir de poco a poco

El truco está en construir hábitos sencillos que, con el tiempo, se conviertan en parte de nuestra vida. Porque sí, el verdadero cambio no ocurre de la noche a la mañana, sino en esas pequeñas decisiones cotidianas que, juntas, tienen un impacto enorme.

Este año yo no escribiré una lista interminable. Pienso comprometerme a cinco cosas muy concretas que aunque sean pequeñas, también sean reales, alcanzables y que por supuesto me van a hacer sentir bien. 

A veces creemos que si no transformamos nuestra vida de manera radical, no estamos haciendo nada. Pero no subestimes el poder de lo pequeño. Esos propósitos "modestos" no solo son alcanzables, también nos enseñan algo muy valioso: a ser compasivas con nosotras mismas, a reconocer nuestros propios ritmos y a celebrar cada pequeño logro.

Así que este 2025, en lugar de buscar ser una versión "perfecta", busquemos ser una versión más presente, más consciente y más amable con nosotras mismas. Al final, los propósitos no se tratan de tachar listas, sino de disfrutar el camino. ¡Vamos a hacerlo sencillo y posible! Porque cuando nos permitimos avanzar paso a paso, descubrimos que los pequeños cambios son los que realmente transforman nuestras vidas.