Un récord no debería estar por encima de la seguridad de las futbolistas
La Selección Nacional de futbol femenil de Zambia jugó sus primeros dos partidos en las olimpiadas de París 2024. Perdieron ambos. Pero más allá de los juegos perdidos, no puedo dejar de pensar en la ansiedad, el enojo, el miedo y la angustia que deben estar sintiendo las futbolistas al estar recibiendo instrucciones de Bruce Mwape, director técnico de Zambia.
¿Por qué? Mwape fue acusado de haber tocado los pechos de una futbolista después de un entrenamiento durante la Copa Mundial Australia - Nueva Zelanda 2023. En ese mismo torneo, una empleada de la FIFA también se quejó del mismo tipo de agresión por parte del DT de Zambia.
De acuerdo con el diario británico The Guardian, una de las futbolistas seleccionadas confesó que “es habitual que el entrenador se acueste con las jugadoras de nuestro equipo" y que "si él (Mwape) quiere acostarse con alguien, tienes que decir que sí”.
¿Y cómo es que está dirigiendo a las zambianas en Francia?
Inicialmente, las autoridades francesas le negaron la visa a Bruce Mwape porque el país galo no le permite el ingreso a personas acusadas de delitos sexuales. Sin embargo, la Asociación de Futbol de Zambia intervino para que se le concediera el documento argumentando que ya no tenían tiempo de mandar a otra persona en el lugar de Bruce.
La otra justificación es que la selección zambiana femenil logró, de la mano de Mwape, lo que la varonil no, clasificar a una Copa Mundial. Y ahora están disputando sus segundos Juegos Olímpicos de la historia.
¿Por qué tiene que ser más importante lo que el DT esté logrando que el bienestar y seguridad de las futbolistas? Ya sé que es importante la forma en la que se dirige un equipo, pero quienes salen a la cancha a disputar cada partido son ellas, las jugadoras como Barbra Banda o Racheal Kundananji. Imagínate si no tuvieran que jugar con la angustia y el miedo de ser acosadas por su propio director técnico. ¡Qué otros logros estarían acumulando!
Que se diga claro. Ni la Asociación de Futbol de Zambia, ni las autoridades de Zambia (quienes tendrían que velar por la seguridad de sus habitantes), ni la Federación Internacional de Futbol Asociación, ni el Comité Olímpico Internacional han hecho algo contundente al respecto.
Sí, hay una investigación en curso, pero ya pasó más de un año de las primeras acusaciones contra Bruce Mwape. Lo único que se acordó, para otorgarle la visa al DT zambiano, fue que “no podrá tener contacto privado con ninguna de las jugadoras y las reuniones individuales que haga deberá realizarlas en un lugar abierto”, reportó The Guardian.
Además, en las ruedas de prensa en las que algunas y algunos periodistas han intentado cuestionar el tema, las autoridades de la FIFA, entre ellas Gianni Infantino, se ha pedido que las preguntas se limiten “a asuntos sobre el futbol o sobre el torneo en el que estamos”.
Les recuerdo a las autoridades deportivas y gubernamentales de cualquier país, incluido el nuestro, que la violencia que se calla y/o se permite, se repite.
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