Histerectomía: el duelo por quitarse el útero
Cada quién se relaciona con su útero de forma diferente
El día que a una amiga le dije que por tener una enfermedad llamada miomatosis uterina se debía retirar el útero me dijo “qué bueno, ya no voy a menstruar y no quiero reproducirme”. Cuando otra mujer cercana a mí durante su segundo nacimiento presentó una hemorragia por el útero muy severa, tuvieron que retirarlo para salvar su vida. Aunque ella ya no quería más hijas, tuvo una severa depresión.
La forma en que cada quién nos relacionamos con las partes de nuestro cuerpo es diferente. Hay quienes tenemos menstruaciones horribles (en mi experiencia cuando usaba toallas sintéticas y tampones), pero hay quienes la menstruación significa una especie de depuración y renovación de energía. Es normal, somos distintas.
Existen ciertas enfermedades en el útero o matriz por las cuales se debe considerar retirarlo. La más frecuente es tener tumores benignos llamados miomas que causan síntomas como exceso de sangrado, cólicos, pesadez pélvica, estreñimiento, etcétera. Hay otras indicaciones como infecciones por VPH recurrentes en el cuello del útero, que se prolapsen los órganos pélvicos, entre otras.
Ningún órgano nos hace mujeres
Existen casos donde no es necesario retirar todo el útero, puedes extraer los miomas, poner un pesario en el caso de prolapso o controlar un sangrado excesivo por medio de un sistema intrauterino; es decir, la única solución no es la histerectomía, pero hay situaciones en las que es la mejor opción por las características de la paciente.
Una duda frecuente es si se adelanta la menopausia, si se alteran las hormonas, si repercute en la sexualidad o si hay una repercusión en lo que significa ser mujer. Para esta última inquietud es importante entender que un órgano no necesariamente nos hace hombres o mujeres. Al igual que la mastectomía (retirar las mamas), estas cirugías son para mejorar la calidad e incluso salvar la vida, no para definir si somos más o menos mujeres
En la histerectomía normalmente se suelen dejar los ovarios (a menos que sea por un tumor potencialmente maligno que requiera que se retiren también), esto implica que las hormonas seguirán produciéndose al igual que la ovulación. Cada óvulo se absorberá dentro del abdomen, es decir, se llama menopausia quirúrgica porque ya no menstruarás, pero físicamente no se relaciona con bochornos, insomnio o resequedad.
Respecto a la sexualidad, hay diferentes reportes en la literatura. Hay grupos de pacientes que refieren una mejora en la calidad de vida que incluyen la sexualidad. Existe un tipo de cirugía que se llama histerectomía subtotal en la que dejan el cuello uterino y hay reportes en los que las mujeres indican que tienen mayor sensación en el orgasmo aunque esto puede ser subjetivo). En general, no existe evidencia científica respecto a la sexualidad que nos haga preferir una técnica sobre la otra.
La calidad de vida como prioridad
Cuando la decisión de no tener hijos está tomada preferimos realizar una histerectomía por la probabilidad de que vuelvan a crecer más miomas y tengamos que volver a realizar la cirugía con el potencial riesgo que siempre implica entrar a quirófano (que implica el uso de anestesia, riesgo de infección, etcétera). Además, quitar el cuello del útero elimina el riesgo de cáncer cervicouterino causada por VPH, aunque con menos frecuencia también puede presentarse en la vagina.
Independientemente de lo que esté indicado médicamente, es cierto que cada quien se relaciona de forma diferente con su menstruación. Hay quienes la disfrutan, hay quienes les da igual y hay a quienes no nos gusta. Esa sensación nadie te la podrá cambiar. Lo importante es entender que la calidad de vida siempre debe ser prioridad aunque para tomar la decisión tengamos que atravesar un duelo. Es válido y es normal.
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