Las "buenas" y "malas" personas
Explorando la naturaleza humana
¿Qué hace que una persona sea considerada “buena” o “mala” y por qué en ocasiones sentimos que podemos ponerle estas etiquetas a la gente? Siempre me ha parecido muy fuerte este calificativo negativo, porque considero que no somos nadie para juzgar la bondad o la maldad, a menos claro está, que nos afecte directamente. ¿Incongruente? Tal vez.
Llevo dos días hablando por WhatsApp con un par de amigas sobre el comportamiento de algunas personas que nos hacen creer que “no son buenas”. ¿Malas? No sé si para tanto, pero definitivamente buenas no. Y una de mis amigas hizo un comentario muy acertado: “Creo que hay mucha confusión en el mundo, en general, sobre lo que es ser buena o mala persona”.
La eterna pregunta sobre la naturaleza humana ha sido objeto de debates y reflexiones desde hace muchísimo tiempo. ¿Qué define a una persona como buena o mala? Las respuestas son tan diversas como las experiencias de vida que las moldean.
¿Te ha pasado alguna vez que convives con una persona que de inmediato te cae mal? Que no toleremos a alguien no hace que sea “mala”. Más allá de lo que pueda transmitir, importan muchísimo las acciones.
Siento que es muy fácil caer en la trampa de justificar acciones dañinas pensando que estamos protegiendo nuestros intereses. Pero, en última instancia, estas decisiones desgastan nuestra integridad, afectan a los demás y nos alejan por completo de lo que sí se considera “bueno”.
Hasta este punto, también he aprendido y repensado que las normas sociales y culturales influyen enormemente en nuestra percepción del bien y del mal. Pero no podemos dejar de lado que existen valores universales como la honestidad, el respeto y la empatía, que trascienden las barreras culturales. Entonces, cuando vemos que una persona practica estos valores de forma constante y consistente, de inmediato creemos que es una buena persona.
Hagamos un ejercicio: piensa en tres personas de tu vida, cercanas o no, que consideres buenos seres humanos y ahora pregúntate: ¿qué cualidades comparten entre sí?, ¿cuál es la opinión que tienen otras personas sobre ellas?, ¿qué patrones repiten en su vida? Y ahora, haz lo mismo con tres personas que consideres “malas”.
Lo que hace que una persona sea “buena o mala” es una combinación compleja de factores internos y externos. Reflexionando sobre mi propia vida, me doy cuenta de que mis acciones no siempre han sido impecables y en el chat con mis amigas escribí que “no me considero un ser iluminado, pero soy buena persona”.
Aun así, me he equivocado y tenido fallas, pero también he aprendido que la bondad no se define por la ausencia de errores, sino por la capacidad de reconocerlos, aprender de ellos y esforzarse por hacer lo correcto en el futuro.
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