Lo difícil de perder a un bebé
Pérdidas gestacionales, un tema poco nombrado y entendido
Cuando hice la subespecialidad, teníamos clases de cómo explicarle a la madre que el feto tenía algún problema de salud. Viví de cerca embarazos donde el pronóstico del bebé era malo para la vida y las emociones que eso conllevaba en la madre. También sentí el dolor de embarazadas que inesperadamente perdían el embarazo (se les llama óbito), y en la mayoría de los casos sin poder explicar la causa.
Es cierto que nadie quiere sentir dolor y que a veces preferimos evitar ciertos temas como perder un bebé en el embarazo. Pero resulta peor cuando invalidamos los sentimientos de la madre diciendo cosas como “Dios sabe porqué hace las cosas”, “eres muy joven y te puedes volver a embarazar”, “no estés triste, las cosas pasan por algo”.
Las madres conciben, gestan, paren, lactan, crían y educan. No es una cuestión de acumular acciones para tener el título de madre. Ninguna mujer es igual y percibimos cada proceso de forma diferente, incluyendo la pérdida de un bebé, cuyo amor no se determina por las semanas de embarazo.
Las pérdidas gestacionales son una tragedia poco entendida, pero hoy más que nunca debemos hablar del tema por más doloroso que resulte. Debemos nombrar a aquellos que se fueron demasiado pronto y los sentimientos que dejan en quienes se quedan a recordarlos.
El Día de las Madres seguirá existiendo, muchas lo celebrarán, pero para otras puede ser doloroso, una álgida resignación o un sentimiento de soledad al sentirse incomprendidas por una sociedad que evita hablar de este tema.
El paso por este mundo a veces es muy corto, pero eso no significa que el amor que generó su existencia sea pequeño. El dolor de esa pérdida suele ser enorme y desgraciadamente un proceso que se atraviesa en solitario.
Validemos los sentimientos que tiene una madre al perder a un bebé independientemente de las semanas de gestación, que la empatía sea nuestra mejor herramienta para acompañar este proceso.
Comenta, comparte, conecta