Por: Wendy Figueroa Morales/Red Nacional de Refugios
Forman parte de los mecanismos para la seguridad y autonomía de las mujeres
Hace 23 años supe de la existencia de los refugios, esos lugares de protección que coexisten porque cientos de mujeres no están seguras en ese espacio que debe ser un refugio mismo, la propia casa, la cual se torna en muchos casos en el lugar de mayor riesgo.
Después de 8 años de acompañar psicológicamente a mujeres en situación de violencias, recibí una llamada de una organización de la sociedad civil para invitarme a colaborar con ellas. Acudí a la entrevista matutina a la dirección en la que me citaron. Al llegar una casa enorme y hermosa, aunque debo confesar que un poco sombría. Y ahí estaba, por primera vez en un refugio… Salí de esa entrevista con mil sentimientos encontrados, pero con la convicción (que mantengo) de que es posible hacer cambios a favor del derecho, de nuestro derecho a vivir libres de violencias.
Dije que sí y en 2001 empezó mi andar en el tema de refugios. Empecé poniéndole color a las paredes, llenándolo de plantas, escuchando a las mujeres. Estuve en la constitución de la Red Nacional de Refugios A.C. (RNR), en la construcción de la primera Convocatoria de Financiamiento para Refugios en 2002, para recibir el primer recurso en 2003.
Durante estos años, innumerables historias se han tejido colectivamente con hilos violetas, creando telares diversos de restitución de derechos y acompañamiento feminista promoviendo las libertades y autonomías de las mujeres, historias en las cuales siempre las he considerado protagonistas y expertas de su vida; maestras de vida de quienes he aprendido y sigo aprendiendo.
En los refugios he aprendido la importancia de informar sobre su existencia y de calmar la incertidumbre que generan, tanto en las mujeres que los necesitan como en las autoridades que, desde el desconocimiento, pueden revictimizarlas o no asignar los presupuestos necesarios.
Colaborar en un refugio no solo enriquece personal y profesionalmente, sino que permite presenciar las maravillosas transformaciones de mujeres, niñas y niños cuando encuentran un espacio seguro y sororo, con acceso a servicios especializados que promueven su autonomía, empoderamiento y acceso a la justicia integral de forma gratuita.
Los refugios son más que espacios de protección; son lugares de esperanza y empoderamiento. Allí se forjan redes solidarias entre mujeres, se cuestionan y redefinen los roles tradicionales, y se abren caminos para la transformación personal y colectiva.
Refugio también es…
- Ese espacio seguro físico o emocional que da bienestar.
- Esa red de apoyo personal, familiar y/o institucional que no juzga y te da seguridad.
- El Centro de Atención Externa donde promovemos la autonomía, la autogestión y proyectos libres de violencias.
- Acompañamiento psicológico feminista a través de terapias individuales y/o grupales acuerpándose las unas a las otras.
- Contar con información y acceso a los derechos sexuales y reproductivos mediante oficinas verdes que promueven el derecho al gozo, utilizando el arte como expresión sanadora.
- Cuidarnos entre nosotras, tejer redes sororas y destejer estereotipos.
Refugio también es un derecho humano fundamental para todas las mujeres. Contar con espacios seguros y de contención en donde puedan abrazar sus emociones, sanar física y psicológicamente, a través de su resiliencia y acompañamiento feminista.
Es indispensable unir fuerzas para garantizar que las mujeres ejerzan su autonomía, estén seguras, accedan a la justicia integral y a un Refugio cuando lo necesiten, siendo clave contar con presupuestos garantes y progresivos. Esto es necesario para que las mujeres puedan habitarse plenamente y vivir libres de violencias machistas.
Sobre la autora
Wendy Figueroa Morales es psicóloga y activista feminista, referente en México de la Campaña Internacional del Banco Rojo para prevenir feminicidios. Fundadora de la Alianza Internacional de Mujeres por la Igualdad y Directora desde 2013 de la Red Nacional de Refugios para mujeres víctimas de violencias y sus hijas e hijos.
@wendyfigueroamariposa @redrefugiosmx
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