Orgullo LGBT+... más allá de junio
La visibilidad debe ser importante durante todo el año
Si hablamos de marcas, empresas y figuras públicas… todos encuentran el pretexto perfecto para sentirse “incluyentes”, para mostrar apoyo y, en la mayoría de los casos, esta actitud es genuina, sólo no olvidemos un pequeño detalle: junio no debe ser sólo una “ocasión especial”, sino también la fecha en la que presentamos el “reporte de resultados”, de todo lo que hemos venido haciendo para marcar diferencia.
El Mes del Orgullo, celebrado cada junio, es una ocasión para reconocer y celebrar los avances logrados en la lucha por los derechos LGBTQ+, pero también para reflexionar sobre los desafíos que aún existen. Es esencial que este espíritu de apoyo y visibilidad no se limite a un mes. A lo largo del año, desde nuestras diversas trincheras, podemos y debemos continuar promoviendo el amor y el respeto.
Es fundamental entender que la visibilidad también es integrar una actitud de inclusión en nuestra vida cotidiana. Desde nuestras familias, lugares de trabajo, escuelas y comunidades, cada acción cuenta. Comenzar por educarnos a nosotras mismas (creo que a mí me falta un mundo por aprender) y a quienes nos rodean sobre las historias, desafíos y logros de la comunidad LGBTQ+ es un primer paso crucial.
No olvidemos nunca que la educación promueve la empatía y rompe los prejuicios que perpetúan la discriminación de cualquier tipo.
En el área laboral, las empresas pueden desempeñar un papel vital al crear políticas que protejan a sus trabajadores, que fomenten un ambiente en el que todas las personas que colaboran se sientan pertenecientes, seguros y valorados. Y sobre todo, que se garantice la representación en todos los niveles de la organización, porque sí, no se trata únicamente de cambiar una foto de perfil en Instagram.
¿Qué nos toca como aliadas activas? Escuchar, aprender y defender, incluso cuando no sea popular o cómodo. Dejar de normalizar comentarios homofóbicos, actitudes discriminatorias y microagresiones, vengan de quien vengan. Ser aliada significa utilizar nuestro privilegio para amplificar las voces de quienes no pueden hacerlo o tienen miedo. Significa apoyar una lucha, aunque no sea “nuestra”.
Como lo he repetido en varias columnas, la autenticidad es clave. Hay que mantenernos fieles a nuestras acciones, para que estas reflejen un compromiso genuino con la igualdad y la justicia. Nuestro apoyo no puede quedarse en palabras o en fotos para una red social.
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