Peludos al rescate: animales de apoyo emocional
No todos los terapeutas son humanos
Beacon es la sensación perruna de los Juegos Olímpicos 2024. Una vez que se anunció que este hermoso golden retriever forma parte del cuerpo de terapeutas para la delegación estadounidense, la gente no tardó en derretirse de ternura por el primer perro de terapia (apoyo emocional) durante un evento deportivo tan importante.
Cuando hablamos de animales de apoyo emocional aún existe la confusión de pensar en ellos como los animales de asistencia o servicio: aquellos que deben cumplir tareas específicas que permiten a sus dueños integrarse a actividades del día a día lo que a su vez mejora su calidad de vida.
En ese sentido hablamos de animales, en su mayoría perros, guías, de rescate, de alerta y de señales. Estos últimos pueden ayudar a personas con diabetes a reconocer cuando requieren revisar sus niveles de glucosa o cuidan que personas con Alzheimer no se hagan daño, se pierdan o se pongan en situaciones de peligro.
¿Qué animales pueden dar acompañamiento emocional?
En el caso del acompañamiento emocional, cualquier animal será capaz de ofrecerlo. De hecho, se ha comprobado que tener una mascota o animal de compañía ayuda a las personas a disminuir sus niveles de estrés, tener menos episodios de ansiedad así como promover la segregación del “cóctel químico de la felicidad” (serotonina, oxitocina y endorfina) que, a larga, puede reflejarse en una mejor calidad de vida o mejorar nuestra condición física.
¿Todos los animales pueden ser de apoyo emocional? SÍ, de acuerdo con Fausto Reyes, director del Hospital Veterinario UNAM Banfield, los animales de apoyo deben ser dóciles, obedientes y que no representen algún riesgo para los humanos. Es así que los animales de apoyo emocional también pueden ser roedores, aves, peces, equinos y hasta cerdos. Estos no requieren un entrenamiento especializado, tampoco necesitan certificaciones o registros oficiales ante alguna instancia.
Lamentablemente en México, número uno en maltrato animal a nivel continente y tercer lugar a nivel mundial, aún existen prejuicios que hacen suponer que un animal “callejero” o “sin raza” son menos capaces de generar conexiones significativas y por lo tanto acompañar emocionalmente a las personas.
Lo cierto es que todos los animales son maestros de vida desde que nacen hasta que cruzan el arco iris, muchas veces son ellos quienes nos ayudan a construir empatía, respeto y que, en ocasiones, regresar a nuestro centro requiere jugueteo, descanso, conectar con la actividad del momento y salir más a la naturaleza.
Gracias a Dinky, Shanty, Tambor, Tete&Tito, Akira y Tiny por honrarme con su presencia absolutamente terapéutica.
Adopta, no compres.
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