8M: el miedo a elegirnos debe desaparecer
Hacemos un recuento de lo que nos indigna alrededor del Día Internacional de la Mujer: sabemos que este día visibilizamos lo que la violencia patriarcal ha dejado a su paso año con año, década tras década y siglo tras siglo, pero aún luchamos por comprender la profundidad de los daños y cómo estos se siguen manifestando en nuestra existencia.
No puedo evitar pensar en los casos que acompaño donde los signos de violencia psicológica son más que evidentes, pero también es evidente lo mucho que deja a desear la respuesta de funcionarios públicos, y el poquito espacio disponible que nos deja a las terapeutas para trabajar en recuperar almas que han desarrollado la negación a ver la violencia y alerta que viven día a día con sus parejas.
B me preguntó: “¿será que él tiene razón y yo estoy exagerando cuando me grita y terminó pidiendo perdón?”. “¿De qué pides perdón?”, le pregunto, y ella me responde que pide perdón por hacerlo enojar, por haberlo sacado de su centro y por ser inconsciente de sus propios actos. Sin embargo, el entramado es mucho más complejo porque aprendimos a resolver solas, a dejar pasar situaciones incómodas que nos dejaron sacadas de onda o que las sentimos como erróneas.
Desde hace siglos se nos enseñó a dejar de elegirnos a nosotras mismas, a perder la conexión con nuestra intuición, con nuestras verdades para que solo sea la duda la que nos corrompa y desde ahí maneje nuestras vidas.
Recién me encontraba con una frase de La Mujer Lunar (astróloga y especialista en psicoeducación): “Nos montamos en nuestra rabia para dignificarnos el corazón y encaminar nuestra vitalidad”.
Reencontrar nuestras voces ante nosotras mismas y elegirnos sin miedo es una recuperación en equipo. No hay atajos para llegar al bienestar más rápido, tampoco es algo que jamás se sanará, pero si es algo que requiere es que nos involucremos más en validar lo que cada una siente y recordarnos que somos más de lo que la sociedad sigue proponiendo.
Empezar a elegirnos con menos miedo puede verse como:
- Hacerle saber a las personas de tu confianza cuando hayas estado o estés ante cualquier situación que vivas con miedo, incomodidad o te lleve a negarte ser tú misma.
- La confrontación directa con quienes nos dañan no es una opción funcional que protege tu integridad, por lo que es bueno contar con una red de apoyo a la cual alertar o recurrir.
- Cuestiona menos si exageras, mejor pregúntate qué parte de ti se siente en riesgo, con miedo o simplemente no está cómoda con lo que pasa.
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