Los likes: nueva medida de validación personal y profesional
Las redes sociales trastocan la forma en la que nos autopercibimos
Hace más de dos años que mi amiga periodista me dijo que debía abrir una cuenta profesional de Instagram. Para mí el uso de redes sociales siempre me ha generado estrés por la impresionante rapidez con la que se mueven las cosas. La Mariana persona y terapeuta siempre va mucho más despacio de lo que se mueve el mundo, así que cuando por fin abrí mi cuenta de Instagram me tardé otro año en hacer la primera publicación y darle cierta forma a lo que sería mi perfil.
De repente me encuentro con esta parte de la vida que me susurra: “Crea más, vende más, muestra más”, lo que al final provoca que me quede quieta, que no haga nada a pesar de que en mi cabeza naveguen mil ideas que me suenan geniales. Es como si a todas las preocupaciones de la vida le hubieran aventado encima un aplastante “ahora preocúpate porque vas a tener likes y muchas seguidoras”. No es ninguna mentira que la vida virtual nos anda correteando para alcanzar a un bendito algoritmo.
Hace tiempo una persona me decía una frase que no me he podido sacar de la cabeza: “Me gusta saber que tan consumible soy”. Ahora que yo debo administrar una cuenta en la que 58 seguidoras y 15 likes por post dan a entender que la cosa “no va bien”. Me topo de frente con que la cultura de los mil likes y llegar a un “modo influencer” trastoca la forma en la que nos miramos a nosotras mismas, nos hace cuestionarnos tanto nuestras habilidades como nuestro valor personal y es capaz de llevar a puntos extremos en los que nos confrontamos con la capacidad de mostrar resiliencia ante la falta o al exceso de interacciones virtuales.
A veces olvidamos que cada perfil, aunque sea una cuenta profesional, es una ventanita de tres cuartos sobre una historia de vida, sobre un ser humano con anhelos, ideas, derechos, responsabilidades y fragilidades.
¿Qué se encuentra en juego? Nuestra validación personal, la cual hace referencia a como todo lo que sentimos, expresamos, callamos así como todo lo que somos tiene sentido y cabida en el mundo, pero al enfocarnos en que hay una “institución fantasmal” que decide todo esto perdemos el sentido de nuestra esencia.
¿Cómo seguir en redes con menos crisis existenciales? Reconecta con un lenguaje que te afirme y por supuesto que te valide: “Escribo esto porque tiene cabida en el mundo, subo esto porque PARA MÍ es importante, muestro esto porque sé que alguien más conectará conmigo”.
También me parece funcional explorar cuál es el propósito que le has querido dar a tus cuentas, para qué decidiste abrirte a ese mundo, enunciar también tus expectativas y tus temores para poder trabajarlos con más profundidad.
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