Bajón estacional: ¿qué es y cómo tratarlo?
El invierno nos reta física y emocionalmente
¿Qué tal pasaron el fin de año? Por mi parte, en medio de las campanadas de fin de año yo me encontraba llorando. En mi cabeza solo se agolpaban entre recuerdos de vivir las fiestas en familia, miedos por el futuro, fue como subirse a las sillas voladoras y quedar completamente sacudida. Me descubrí teniendo algunas crisis de ansiedad, lo que me llevaba a pensar en escenarios catastróficos.
Haciendo un sondeo con mis amigas, todas coincidimos en sentirnos extrañas, nostálgicas, ansiosas o tristes. A la par, la ciudad en la que vivo se veía enfrentada a su cuarta alerta amarilla de clima frío extremo, además, con la temporada de invierno disminuyen las horas de luz solar, por lo que los días nublados en efecto pueden tener influencia sobre nuestro estado de ánimo.
De seguro ya han escuchado sobre el bajón estacional, por sus siglas en inglés se le conoce como SAD que se ha traducido como Trastorno Afectivo Estacional. Como su nombre lo menciona, este trastorno está relacionado comúnmente con las condiciones climáticas que vivimos en otoño e invierno.
Hay pocos casos documentados que demuestren que se experimente lo mismo con tanta frecuencia durante la primavera o verano. Los síntomas que se experimentan con este trastorno pueden incluir fatiga, apatía, deseos de dormir mucho más tiempo, una sensación de desesperanza, irritabilidad, dificultad para concentrarse, así como querer consumir más carbohidratos.
Particularmente la desesperanza junto con la irritabilidad y la apatía pueden hacer que confundamos este trastorno con la depresión. Sin embargo, lo que caracteriza al bajón estacional es que, en cuanto comienza la primavera y el verano, nuestro estado de ánimo también mejora.
Si bien este trastorno es un espectro, es decir, una forma menos contundente de la depresión, no deja de ser importante tomar acciones para cuidarnos mientras pasamos los meses de frío, menos luz solar y lluvia.
Te sugiero:
- Consumir vitamina D y B12: puedes consultar con el personal médico sobre las mejores opciones.
- No te saltes tus comidas.
- Toma mucha agua.
- Si tienes un proceso terapéutico, aprovecha tus sesiones para poder aterrizar la información que viene a tu mente durante este periodo.
- Habla por teléfono con tu red de apoyo: amigas, pareja o familia.
- Ten tus espacios lo más limpios y ordenados posible.
- Haz ejercicio: camina 15 o 30 min al día, ve al gimnasio, baila, etcétera.
- Practica actividades que te relajen.
- Haz una lista de tus actividades, prioridades y necesidades, con esto puedes ir estableciendo una rutina flexible, pero importante de seguir.
No necesita ser depresión para que te cuides, hazle caso a tus emociones, pensamientos, sensaciones y a tu cuerpo.
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