TDAH: las mujeres son mal diagnosticadas
Tengamos cuidado con los pseudo diagnósticos
Si hay algo que parece haber aumentado tras el periodo de una larga y retadora pandemia, fue recibir diagnósticos sobre Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). En un principio parece sencillo suponer que el trastorno se ve de la siguiente manera: no te puedes concentrar y te distraes con facilidad. De acuerdo con esto, las personas que no pueden aguantar una hora completa en su trabajo, deberían temer por la posibilidad de un déficit en su atención, pero ahí hay que meter freno con el siguiente dato: ¿Sabías que el promedio de concentración en una mente humana sana es de 10 a 23 minutos?
Si bien hay quienes refutan estos resultados y proponen continuar con las investigaciones, es importante recalcar que no hay una medida totalmente exacta con la que se pueda decir que si no acabas un trabajo en una hora es porque de seguro experimentas el Trastorno por Déficit de Atención.
Lo cierto es que los pseudo diagnósticos también han provenido de listados armados y publicados en redes sociales, pero la ciencia parece estar tomando un nuevo respiro, no solo para desmentir esas listas sembradoras de pánico, sino para abrir paso a nuevos resultados en la salud específicamente de las mujeres.
Por muchos años el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad sólo era observado, evaluado y reconocido en varones y de hecho se creía que era “una enfermedad de los chicos”, mientras que los síntomas y conductas presentadas por las niñas eran catalogados como incapacidad para socializar, timidez, perfeccionismo o problemas de aprendizaje.
Una vez más, las expectativas sobre el género femenino nos dicen que lo anterior era “normal” porque “así son las mujeres”. Conforme vamos creciendo van aumentando las exigencias sobre funciones que implican organización, regulación, saber guiar o revisar las circunstancias por las que pasamos, sin embargo, la forma en la que las mujeres viven el TDAH cuenta con muchas “máscaras” que vuelven más complicado el poder identificar que “ser multitasking” podría ser un comportamiento propio del trastorno.
Aunque es largo el camino a recorrer para mejorar y actualizar tanto métodos de diagnóstico como el reconocimiento de las particularidades que experimentan las mujeres con TDAH, es esperanzador que ya se están realizando nuevas investigaciones y quepa una duda razonable para poner atención a casos en los que mujeres reportan niveles altos de ansiedad, tendencias depresivas o trastornos alimenticios, ya que podrían ser indicadores de un TDAH no diagnosticado.
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